A lo largo de los casi 11 meses que lleva esta etapa sexenal bajo la responsabilidad de la Presidente de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, el feminismo galopante desde el atril mañanero del Segundo Piso de la Cuarta Transformación en Palacio Nacional, ha dado secuencia a muchas de las poses, expresiones, respuestas inentendibles y hasta incongruencias que una mañana sí y otra también, nos dejan en el marco de la incomprensión por lo que se dijo, para que cada quien interprete y saque sus conclusiones como quiera y pueda… En algún momento, al principio de su etapa presidencial Claudias se dijo, refiriéndose al Ejército Mexicano, su “Comandanta”… Posteriormente se autonombró “PresidentA” con mayúscula y apenas hace unos días, el mayor de los errores en grado de aberración fue referir con molestia las tropelías de Donald Trump, por cuánto a mandar militares a México para combatir a los capos del crimen organizado, para expresar con toda firmeza que “no permitiría ningún atropello y ninguna presencia militar extranjera, pues para ello, por nuestra soberanía está el pueblo de México”… Más o menos por ese tenor estuvo su valerosa expresión para defender a nuestra Patria, luego de lo cual en forma innecesaria e inmediata recordó y significó la segunda parte de la primera estrofa de nuestro glorioso Himno Nacional al tratar de recitarla textualmente: “Mas si osare un extraño enemigo, profanar con “sus plantas” tu suelo, piensa oh Patria querida que el cielo, ¡un soldado -una soldadaen cada hijo te dio¡”… Doble error, doble aberración pues lo correcto del segundo verso de este cuarteto, debe ser SU PLANTA… Y por cuánto a la palabra soldada, no existe en la preciosa letra de nuestro canto patrio escrito por Francisco González Bocanegra… La ocurrencia presidencial acompañada con su nerviosa sonrisa que se interpretó como “ya la regué”, fue en efecto garrafal pues se perdió el respeto a nuestro glorioso Himno Nacional, dicho esto sin ningún ánimo patriotero como resonó la mala recitación externada en el atril de esa mañanera, que como anécdota indeseable queda para la historia de las ocurrencias presidenciales cuando quien ostenta el poder, presuntamente omnímodo o cuasi todopoderoso, motiva y permite cometer abusos garrafales de esta magnitud… Nuestra Enseña Nacional y nuestro Escudo que conforma nuestro Emblema junto con nuestro épico Himno Nacional, merecen ser tratados con profundo respeto y no llegar como ocurre en los Estados Unidos, a usar como calzones la bandera de las barras y las estrellas… Una disculpa pública sería bien reconocida y aplaudida por el pueblo de México Señora Presidente de la República… Ya bastantes vergüenzas hemos visto y vivido en los escenarios de la farándula, deportivos y por eventos de distinta naturaleza entre los culturales y políticos por la actuación de nefastos cantorcitos superestrellas, algunos de los cuales entre ellas y ellos no han sabido la letra de nuestro Himno Patrio y mucho menos el ritmo marcial de su entonación… Mucho tuvimos que ver y sufrir como vergüenzas por las ocurrencias y errores cometidos por el presunto todopoderoso Presidente en turno Andrés Manuel López Obrador, cuyas acciones, hechos, obras y servicios se convirtieron en un boomerang para tenerlo y mandarlo al más bajo pedestal en la historia de México, casi casi como el peor Presidente de la post revolución… ¡Ahí la dejamos, respetada y distinguida Señora Presidente…! ¡Estaremos al pendiente…! Ojalá que este traspiés presidencial sirva para corregir, enmendar la plana y prevenir con exigencia que nuestros Símbolos Patrios y particularmente el Himno Nacional se traten y éste se entone con todo el honor y respeto que merecen por ser nuestra representación oficial ante todos los países del mundo. ¡Hasta mañana que será un día más!
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