Chavitos a la cárcel.
 Abandonados por sus padres sin más preparación que la aprendida incipientemente en alguna escuela o en la calle y deslumbrados por la vida fácil que da el dinero, muchos chavos de 13 a 17 años se lanzan a la aventura de lo criminal, donde cientos o miles de ellos son reclutados por el Crimen Organizado, lo mismo para ser delincuentes callejeros, asaltacomercios, robacasas, robacoches, asalta empresas, bancos, negocios o ser parte de temidos cárteles...

En todos ellos con gran facilidad, esos chamacos inexpertos consiguen, reciben o compran entre criminales y vendedores de chueco, un arma, con la cual en principio se sienten superhombres y van a apantallar vecinos, compas y pandilleros, para luego trastocar la paz y tranquilidad social...

En el marco de todo ello, están los vivos y vivales que bien saben la truculencia de una lana, un arma corta o larga para que los chavos estén dispuestos a cumplir encargos que se les hagan, que lo mismo van de las simplezas del robo sin daño humano, hasta los asaltos, narcos y cumplir como sicarios...

Frente a estas circunstancias nada nuevas, parece que en la Ciudad de México los del Gobierno con sus hacedores de leyes en su Cámara Legislativa despiertan de su letargo, pues por fin anuncian la posibilidad de presentar iniciativas de ley para que en la brevedad puedan ser aplicadas contra los menores delincuentes a fin de tratar de contener la ola de violencia que nos embate y en cuyos crímenes, mucho tiene que ver por su participación los chamacos púberes y adolescentes de los 13 a los 18 años...

Particularmente y frente a los de 16 y 17 años, los del Gobierno de la Capital Mexicana anuncian la posibilidad de que en breve los púberes-adolescentes de esas edad, puedan ser sometidos a juicios penales en caso de participar en cualesquiera hecho delictivo...

Por lo que vemos, sufrimos, vivimos y sabemos, en cuánto a la ola de criminalidad sangrienta, ojalá que pronto los policías, ministerios públicos y jueces cuenten con tales herramientas legales para procesar a esos menores delincuentes que no tuvieron, no supieron, no quisieron o no pudieron encontrar los caminos de la legalidad para su preparación y desarrollo...

Aunque lamentable, es la triste realidad; no podemos cerrar los ojos y ante ella, padres, madres, familiares, maestros y maestras hasta donde su razonamiento se los permita, para ser coadyuvantes por la formación, lo más correcta posible, para forjar a estas nuevas generaciones...

¡Papás eduquen, cuiden, protejan y encausen a sus hijas e hijos, para que no tengan que ir a lloriquear frente a las clínicas, hospitales o cárceles y mucho menos en los panteones..!
¡La verdad es cruda y puede incomodar, pero ni modo!

Homologados y jubilados a la calle… Nuevamente ellas y ellos, las maestras y maestros homologados; las y los profes jubilados o pensionados, obligados por la circunstancia del no pago por parte del Gobierno, pese al compromiso por un acuerdo institucional entre los educadores y las autoridades gubernamentales estatales en coordinación con los federales que no lo cumplieron, los profes se verán obligados no como pordioseros sino como reclamantes de derechos, a exigir con clamores y reclamos en las calles, que les paguen lo que les deben...

 ¡Hasta mañana que será un día más..!

Por: Pablo Rubén Villalobos / pablorubenvillalobosh@hotmail.com

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