La propuesta de concesionarios del transporte público de que el Gobierno estatal pague el combustible para evitar subir la tarifa a 15 pesos generó rechazo social, al considerarse que buscan trasladar sus costos al erario sin comprometerse a mejorar el servicio.
Dagoberto Rivera Jaimes, presidente de la Federación Auténtica del Transporte, planteó que una alternativa para no incrementar el pasaje sería que el Gobierno del Estado les pague el combustible, al argumentar que cada unidad consume diariamente entre mil 800 y dos mil pesos en gasolina.
El planteamiento fue duramente cuestionado por diversos sectores de la sociedad morelense, quienes, a través de redes sociales, consideraron que los transportistas pretenden trasladar al erario público el costo de su operación, sin asumir su responsabilidad en la mejora del servicio. Señalaron que, lejos de resolver las deficiencias históricas del transporte público, los concesionarios insisten en exigir apoyos gubernamentales mientras mantienen unidades en malas condiciones, con falta de accesibilidad, seguridad y comodidad para los usuarios.
Ciudadanos subrayaron que la propuesta resulta incongruente, pues mientras se solicita que el gobierno absorba gastos como el combustible, no existe un compromiso real para modernizar las unidades ni garantizar un servicio digno, eficiente y seguro. Además, advirtieron que estas exigencias representan una carga para las finanzas públicas y benefician principalmente a los concesionarios, sin que ello se traduzca en mejoras para la población.
La controversia reaviva el debate sobre el modelo del transporte público en Morelos, donde usuarios cuestionan que las ganancias sigan concentrándose en los concesionarios, mientras choferes y pasajeros enfrentan un servicio deficiente y costoso.
