Grupo Financiero Banorte anticipa una moderación en el ritmo de crecimiento de la economía mexicana para lo que resta del año, aunque considera que el país evitará una recesión. Según su director general, José Marcos Ramírez Miguel, el escenario proyectado responde a un entorno de ajuste natural tras años de expansión y no a una crisis estructural.
Durante una conferencia con inversionistas y medios, Ramírez Miguel explicó que la actividad económica muestra signos de enfriamiento, especialmente en sectores vinculados al consumo interno y la manufactura. No obstante, subrayó que el dinamismo de las exportaciones, el nearshoring y el aumento en el gasto público federal podrían ser factores que amortigüen la desaceleración.
“Sí habrá una desaceleración, pero no una paralización. México tiene fundamentos sólidos, una banca bien capitalizada y sectores como el energético y el logístico que seguirán atrayendo inversiones”, afirmó el directivo.
Banorte también confía en que las recientes decisiones del Banco de México, como la reducción en la tasa de interés de referencia, ayudarán a sostener el crédito al consumo y la inversión. En ese sentido, el grupo prevé nuevas reducciones graduales en las tasas para estimular la economía, si la inflación se mantiene bajo control.
En cuanto al panorama internacional, Ramírez Miguel advirtió que persiste incertidumbre derivada de la política monetaria de Estados Unidos y de las elecciones presidenciales en ese país, que podrían impactar los flujos comerciales. Sin embargo, destacó que el tratado T-MEC seguirá siendo un pilar de estabilidad para México, incluso ante posibles cambios en la administración estadounidense.
Finalmente, el director de Banorte enfatizó que el banco mantendrá su enfoque en apoyar a pequeñas y medianas empresas, alineándose con la visión de desarrollo económico del nuevo gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum.
