La ciudad de París se convirtió en el epicentro del fútbol mundial el 22 de septiembre durante la gala del Balón de Oro 2025, una velada cargada de emoción, sorpresas y reconocimientos a las grandes estrellas que marcaron la temporada. El Théâtre du Châtelet recibió a jugadores, entrenadores y figuras del deporte que vivieron una noche histórica bajo los reflectores y el aplauso de fanáticos de todo el mundo.
Ousmane Dembélé, delantero del PSG, se coronó como el mejor jugador masculino del año, imponiéndose a rivales de la talla de Lamine Yamal del Barcelona y Vitinha del PSG. Su rendimiento, caracterizado por goles decisivos y asistencias memorables, le permitió consolidarse como uno de los futbolistas más influyentes de la temporada. En la rama femenina, Aitana Bonmatí del Barcelona se llevó su tercer Balón de Oro consecutivo, un logro que confirma su dominio y consistencia en el fútbol internacional, además de inspirar a una nueva generación de jugadoras.
La gala también puso en evidencia a los jóvenes talentos del deporte. Lamine Yamal repitió como ganador del Trofeo Kopa, mientras que Vicky López se destacó como la mejor jugadora joven. Entre los arqueros, Gianluigi Donnarumma del PSG fue reconocido con el Trofeo Yashin, consolidando su reputación como uno de los porteros más seguros y espectaculares del mundo. Por su parte, Luis Enrique recibió el Trofeo Johan Cruyff como mejor entrenador, tras una temporada histórica que marcó su regreso triunfal a los grandes escenarios europeos.
Otros reconocimientos incluyeron el Trofeo Gerd Müller para Viktor Gyökeres y el premio a la mejor goleadora femenina para Ewa Pajor, mientras que los clubes PSG y Arsenal fueron destacados como los mejores equipos del año en sus respectivas categorías. La Fundación Xana, creada por la familia de Luis Enrique, recibió el Premio Sócrates por su labor solidaria, mostrando que el Balón de Oro también celebra la responsabilidad social y el impacto positivo fuera de las canchas.
La ceremonia fue más que una entrega de premios: fue un homenaje a la pasión, al esfuerzo y al talento que mueve al fútbol mundial, un espacio donde jóvenes y consagrados brillaron por igual y donde París se convirtió en el escenario de historias memorables que los fanáticos recordarán por mucho tiempo. Entre flashes, discursos y emoción, el Balón de Oro 2025 demostró una vez más que el fútbol es mucho más que un deporte; es espectáculo, inspiración y cultura global.
