La ciudad de Zacatepec, en el hermoso Estado de Morelos, será sede de un cuadrangular en el que participarán el Atlante como anfitrión, así como León, Guadalajara y Cruz Azul.
El estadio Agustín “Coruco” Díaz, reverdecerá laureles y hará recordar tiempos idos, cuando los “Cañeros” militaban en la Primera División.
Será del 20 al 22 de junio y aunque servirá a las escuadras participantes como pretemporada, las emociones prometen subir las pulsaciones al máximo.
Cuando niños, veníamos cada fin de semana, religiosamente, a una casa que mis abuelos poseían en el lago de Tequesquitengo.
Era un fantástico universo con un enorme jardín, donde jugábamos futbol todo el santo día y una alberca en la que aprendimos a nadar.
Cuando venían mis papás, era frecuente que Don Arturo, por ahí del domingo a medio día, nos dijera: ¿quieren ir al fut?, a lo que nos apuntábamos más rápido que inmediatamente.
De esa manera, el jefe ponía la proa de un Opel azul que teníamos, rumbo al ingenio azucarero que albergaba al estadio, partido que, por cierto, se jugaba a las 3 de la tarde, ante un calor que, si llegaba el Diablo, lo hacía con abrigo.
Recuerdo que, en una ocasión, llegamos justo a la hora y el graderío estaba a reventar. La razón es que jugaba el “Campeonísimo”, el club deportivo Guadalajara, con todas sus estrellas.
Como no había lugar, vimos el juego de pie, justo detrás del arco que defendía un joven enfundado en un suéter de vivo color, rodilleras blancas y que, con el paso del tiempo, se convertiría en el ídolo de varias generaciones: Ignacio “Cuate” Calderón.
Posteriormente, asistimos al legendario inmueble acompañando al viejo, en memorables contiendas tanto en Primera, como en el Ascenso.
A mi me tocó dirigir al Zacatepec que se metía a la Liguilla, con Mario Hernández, Jorge Blanco, Alfredo Morales, el gran “Harapos”, Raúl Anguiano, Ricardo Castro y el recientemente fallecido guardameta Ignacio Rodríguez, solo por mencionar a algunos.
Pero no vaya usted a creer que el “Coruco” era el pedazo de estadio en que se va a jugar el cuadrangular.
Se trataba de un estadio viejo, incómodo y hasta sucio, sin que ello le quitara lo tradicional.
Por ejemplo, en el vestuario de los árbitros había una mesa para masajes, del año de la nalgada, todo roto y que, por las costuras, se salían pedazos de hule espuma todos negros, que evidentemente habían conocido mejores tiempos.
Afortunadamente vino la remodelación, pero fue hasta que un empresario visionario y audaz, como Emilio Escalante y con el apoyo de las autoridades, encabezadas por la Gobernadora Margarita González, que los “Potros de Hierro” se afincaron en la ciudad.
El sueño de que se reanude al Ascenso-Descenso continua, al igual que volver a tener futbol de primer nivel en Zacatepec.
Por lo pronto, este evento nos acercará a lo ideal, por lo que les invito a asistir, en esta ocasión en que el “Coruco” Díaz…se viste de gala.