Cuando de tomar medidas absurdas se trata, los dirigentes del futbol mexicano piden mano. La LigaMx tiene un elevado número de jugadores extranjeros, la mayoría de mediana estatura futbolística, reventaron el descenso para no sufrir a cambio de un pago anual, la multipropiedad sigue impune y produciendo conflicto de intereses para rematar con un sistema de competencia que solo alienta la mediocridad. Los torneos en el mundo, para tomarse en serio, son a tabla llena, es decir, todos contra todos a dos vueltas y es campeón el que más puntos haga.

Pero en México trajimos la Liguilla y no conformes con eso, se metió la famosa repesca, que es dar un premio a aquellos que haciendo todo mal, se pueden sacar la lotería.

Para los lectores que no estén empapados en el tema les voy a platicar: Los cuatro primeros de la tabla general, entran directo a la llamada “Fiesta Grande”, mientras que del quinto al décimo segundo, se juegan la temporada en un solo partido donde obvio, el que gana avanza.

Ya el solo hecho de poder jugar esta misérrima finalita llena de gusto al dueño, le salva la chamba al técnico y el público se conforma con migajas.

Además, el que llegó al último con un poco de suerte, puede llegar a ser campeón, lo que implica una profunda injusticia ante los cuadros que realmente hicieron el gasto durante diecisiete fechas.

Alguna vez sugerí que el súper líder del torneo participara en la Liguilla pero si era eliminado, tuviera el derecho de esperar al campeón para jugar una Gran Final a visita recíproca.

O sea, el monarca de la Liga contra el rey de la Liguilla donde, además, estaría garantizado el “rating” televisivo y los estadios lucirían pletóricos de aficionados.

Pues no, quitaron por unas temporadas la repesca pero la volvieron a poner con el gastado pretexto de que a los clubes les conviene y el público lo exige.

Después se quejan de que la selección nacional fracasa en el Mundial. ¿Cómo diablos se va a tener un cuadro competitivo cuando todo el entorno coadyuva y promueve la mediocridad?

Un equipo puede empatar todos sus partidos y en una de esas, meterse al repechaje y como ha quedado apuntado, con altas posibilidades de ceñirse la corona.

Los reyes del show que indudablemente son los vecinos del norte, tienen en todos sus deportes la postemporada pero sus implicaciones son otras, porque al final, termina ganando el mejor.

No me puedo imaginar en España al Barsa jugando una repesca contra el Girona o en Inglaterra al Arsenal frente al Wolverhampton. La tabla de posiciones sitúa a cada quién en su lugar.

Pumas, tras una temporada de lágrima, se puede meter al relajito, lo mismo que Santos con el inesperado cese del técnico a falta de una fecha por jugar.

Benditos sean los que dirigen este sufrido futbol.

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