Siempre que se juega uno de los partidos emblemáticos de una Liga de futbol, deja una especie de cauda para el comentario. Hace años esto era típico del periodismo sudamericano, concretamente Argentina y Uruguay, aunque luego fue permeando a prácticamente todos los países hispano parlantes. La arrastrada que le propinó el América al Cruz Azul trajo consigo opiniones desde todos los ángulos, algunas interesantes y otras, francamente ridículas, las cuales quiero compartir con usted, amable lector de Diario de Morelos. Muchos critican el desempeño del cuadro campeón diciendo que traicionó su esencia al jugar defensivo. Caray, si metes cinco goles en un ratito y fallas otras oportunidades claras no veo donde esté el pecado. Si no le llenaron la canasta a los celestes fue básicamente por que los delanteros americanistas no saben jugar sin caer en fuera de lugar. Un hábil árbitro asistente y un VAR exacto lograron meter al juego en el libro de los records. Cuatro goles invalidados en medio tiempo son para inscribirse en el libro del señor Guiness. Previo al partido, muchos profesionales del micrófono, mujeres y hombres, alababan al técnico Martín Anselmi. Lo que vimos fue a un cuadro inoperante, timorato, con pésimos recorridos defensivos y, para la segunda mitad ya con la iniciativa cedida, dedicándose a enviar centros al área sin ton ni son. Ni América anda tan mal como para no situarlo entre los favoritos al título ni la “Máquina Celeste” está a punto para ceñirse la corona. Otra opinión que me movió a risa fue la de un chaval con poco tiempo en el ajo, quién afirmó en el colmo de la temeridad que: “Cruz Azul llevó a lo sublime el arte de jugar al fuera de juego”. ¡Dios mío, creador de cielo y tierra! Si los defensas azules no sabían ni de donde venía el balón. Sí, saber “achicar” la cancha para que el rival caiga en posición ilícita es un arte, pero lo que vimos el sábado fue la desorientación total de quién se dice un buen defensor. El gran problema que yo veo en los medios electrónicos, escritos y las redes sociales es que no hay mesura para la crítica ni el elogio. Ayer las Chivas se habían desinflado y hoy son un trabuco. América dio un golpe de autoridad aunque gane sin brillantez. Cruz Azul era una realidad y hoy no tiene ni estadio para recibir al “chiverío”. Tigres depende de Gignac. Monterrey está en crisis. El “chino” Huerta ya no pesa en Pumas y así nos podemos ir hasta el infinito y más allá. A media semana se completa la Jornada 9 con juegos de poca monta. El fin de semana luce interesante con agarrones como el del multicitado Cruz Azul recibiendo en el Azteca a Chivas, la visita del América al Atlas y el Monterrey haciendo las veces de anfitrión de los Pumas. En otro momento habrá que darle espacio al temporadón de los chavitos del Pachuca y al gran trabajo de Eduardo Fentanes con Necaxa.

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