Este fin de semana, dentro de la jornada 8 del torneo Clausura 2025, tendrá lugar uno de los encuentros emblemáticos de la LigaMx.
En el hermoso estadio de Ciudad Universitaria, los Pumas serán anfitriones del tricampeón del futbol nacional, las Águilas del América.
Todavía hay personajes de la comunicación que le niegan a este partido el calificativo de “Clásico”, como si ellos fueran los que detenten la autoridad para hacerlo.
Es el gran público quién se vuelca para que este tipo de partidos ganen ese galardón, por lo que Pumas y América unen sus nombres al Chivas vs los azulcrema, Tigres contra Rayados y Chivas ante el Atlas.
Cuando se juega este encuentro en C.U., ignoro por qué razón, se aceleran las pulsaciones de la concurrencia.
Hay connatos de bronca o pleito en serio; se ha apedreado el camión del visitante al grado que, en alguna edición, tuvieron que llegar en camionetas blindadas; la ebullición entre el público durante el juego va a tope y se recuerdan rencillas pasadas.
La más emblemática de ellas es aquella mítica Gran Final jugada en el estadio “Corregidora” de Querétaro.
Luego de sendos empates en el Azteca y la casa universitaria, se programó un tercer partido para dirimir al monarca de la temporada. Esto ocurrió el 28 de mayo de 1985, por lo que, si Pitágoras no era Abogado, están por cumplirse 40 años de ese suceso.
El cuerpo arbitral designado para el cotejo estuvo integrado por Joaquín Urrea al centro, flanqueado por dos veteranos como Antonio R. Márquez y Marcel Pérez Guevara.
La polémica se suscitó, básicamente, por el criterio dispar mostrado por Don Joaquín en jugadas que fueron primas hermanas: una mano en el área auriazul pitada como penal y otra del “Capitán Furia”, Alfredo Tena, que se dejó correr.
La superioridad de los de Coapa fue manifiesta y si no hubo un marcador de escándalo fue por la buena actuación del guardameta Jorge Espinoza y las fallas frente al arco de mi querido Carlos Hermosillo.
Sin embargo, se habló de robo, atraco, venta del partido y una bola de calificativos nunca comprobados.
Incluso alguna vez, R: Márquez, mintió descaradamente diciendo que la designación se cambió en el vestuario, pues era él el juez central.
Puedo atestiguar que no fue así. Urrea llegaba de dirigir una eliminatoria en Costa Rica y desde el lunes, se sabía que era el juez que conduciría las acciones.
Pumas no llega en su mejor momento, pero saben que una victoria constituye un envión anímico y futbolístico para lo que falta del torneo.
América quiere revalidar el título y pese a perder el invicto e hilvanar dos fechas sin victoria, sigue siendo el gran favorito.
Ahora que los demonios andan sueltos en torno al arbitraje, la Comisión respectiva hizo recaer la responsabilidad en Fernando Hernández.
El VAR, tan injustamente vilipendiado, tendrá en los controles a Oscar Macías y a Edgar Magdaleno.
La seguridad es un compromiso de todos. Ojalá esté a la altura de este juego…de alto riesgo.
