Es frecuente en nuestro medio, más o menos a la mitad del torneo, sacar cuentas de los puntos por lograr para calificar, a quién gustaría o no enfrentar en la Liguilla, cuál podría resultar el “caballo negro” y por supuesto, asumir que serán campeones.

Los ricos de la colonia, a decir de los expertos, están listos para ceñirse la corona, aunque los frecuentes altibajos en el balompié azteca demuestren, una vez más, que es mejor ser historiador que profeta.

De pronto, el América arrolla a las Chivas y luego empata con Toluca; Tigres da su peor exhibición desde que se coronó ante Atlas y luego luce y vence al acérrimo rival en el “clásico del norte”; el ya citado Rayados y su director técnico Fernando “tano” Ortiz, minimizan la victoria felina desde ese recóndito sitio del alma que se llama ardor; Pumas levanta, el chiverío anda desorientado y los cementeros son y serán una incógnita.

Los traspiés no son patrimonio exclusivo de los llamados “grandes”, aludiendo sin duda a su poder de convocatoria. Toluca, Pachuca, Santos y León, pasajeros frecuentes en la postemporada, tampoco son un dechado de consistencia y la actualidad de la Liga tiene arriba dos equipos que no suelen andar por la cima: Bravos de Juárez y San Luís.

Los entrenadores no se salvan de esta danza verbal y periodística, al contrario, el que recibe un voto de confianza puede apostar a que será el próximo cesante y dos buenos resultados catapultan a aquel que se encontraba “en capilla”,

El parón de un mes para jugar la “Leagues Cup”, como cualquier otro fenómeno, trajo vientos de tormenta para algunos y enviones para otros.

El caso paradigmático es el de los dirigidos por Velijko Paunovic, quienes hilvanaron tres victorias consecutivas al inicio del torneo y, luego de visitar el “gabacho”, parece que se les olvidó cómo se juega al futbol.

El arbitraje también tiene que hacer un corte de caja a estas alturas del campeonato.

La polémica sigue en torno a la aplicación y funcionamiento del VAR.

Hemos comentado en este espacio con los amables lector@s de Diario de Morelos que muchas de las críticas provienen de la ignorancia, tanto del público en general como de aquellos que difunden el juego, es decir, narradores, analistas y comentaristas.

Pero es un hecho que los señores silbantes y los operadores de la herramienta tampoco ayudan mucho a su defensa.

Considero que ha faltado consistencia tanto en los llamados a revisar jugadas, que en México se abusa, como en las decisiones derivadas de tales consultas a la pantalla.

Un ejemplo es el segundo gol del América, en su juego a media semana en Querétaro.

Igor Lichnovsky salta sobre su adversario, remata y anota. El central da gol en una jugada apretada. El VAR lo llama, creo que indebidamente. Todo mundo esperaba la anulación de gol y para sorpresa general, se dio por bueno. A eso me refiero cuando hablo de falta de consistencia.

En fin, sigamos disfrutando de esto, que cada semestres se convierte en un carnaval.

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp