La feligresía puma está de plácemes, pues lograron el tercer triunfo al hilo y lo hicieron doblando al acérrimo rival en la cancha del estadio de la “Ciudad de los deportes”
Administrativamente el América fungía como el cuadro local, pero en la realidad, aunque no registró un lleno, fue evidente que la mayoría de las playeras eran azul y oro.
El señor André Jardine, recurrió al sobado pretexto del juego a media semana en Columbus para rotar jugadores y dejar en el banco de suplentes a titular es indiscutibles.
Si esa fuera una explicación cierta o coherente, imagine usted a equipos como el Real Madrid o el Manchester City que juegan casi ochenta partidos al año, todos de altísima competencia.
La comparación también toca a otros deportes. Por ejemplo, el ciclista en las Grandes Vueltas y Tours rueda diario; el tenista profesional también y el basquetbol de la NBA tiene verificativo cada tercer día, así que a otro perro con ese hueso.
Pero bueno, acá hasta un sector de la prensa compra barato ese pueril argumento.
Si bien es cierto que las Águilas poseen un vasto plantel, tampoco es como para gastar el poco amor en celos.
Lo cierto es que Pumas no venía jugando bien pese a la sumatoria de puntos que lo colocaban en el grupo de punteros.
La noche del domingo brindaron un gran primer tiempo a la ofensiva y en el segundo, dieron cátedra de cómo defender ante el asedio rival.
Apareció el peruano Pedro Quispe con el gol, aunque ha sido más intermitente que amor de adolescente. Lo mejor de Universidad fue que entendió perfecto lo mucho que estaba en juego.
Fueron prácticos, inteligentes y bravos, en un partido donde se metió la pierna en serio por parte de ambos contendientes. En opinión de los expertos, el técnico brasileño de los de Coapa, no solo equivocó alineación y planteamiento sino que tampoco acertó con los cambios.
En la frialdad de los números, Pumas amanece en quinto lugar con diecinueve puntos, pero visita a uno de los equipos más contundentes y que mejor futbol practica como es Toluca.
Luego viene ooootro parón por la fecha FIFA. América por su parte, ocupa un incómodo décimo primer sitio y tendrá que ir a meterse al cubil del León que, de la mano de Eduardo Berizzo, ha mostrado una palpable mejoría.
Otro elemento importante para que el Clásico capitalino resultara excitante fue el muy buen arbitraje de Fernando Hernández. El apodado Curro dejó jugar, juzgó con criterio la fuerza con que se jugó y empleó las tarjetas de manera atingente.
Resulta obvio que en la expulsión de Richard Sánchez, medió un insulto, pues la roja fue directa e inmediata. En fin, América trabajará para conseguir puntos. Pumas buscará la regularidad en un torneo carente de este concepto.
Mientras tanto, solo queda felicitar a los seguidores auriazules por esta victoria e invitarlos a que abran el pecho pa´echar este grito: “Goya, Goya, Cachún, Cachún ra