Se han jugado doce jornadas del torneo mexicano de la Primera División, con marcados contrastes.

Cuando a nuestros geniales dirigentes se les ocurrió abolir el descenso, quizá jamás pensaron en el fenómeno que se iba a presentar.

Por que ha quedado de manifiesto que existen dos segmentos perfectamente delineados.

En un extremo están los equipos que buscan trascender, reforzándose, gastando en serio y dando espectáculo.

En el otro, cuadros que “nadan de muertito”, a sabiendas que lo peor que les puede suceder, es pagar una multa que, a costo real, es irrisoria.

El Toluca, más campeón que nunca, comanda la tabla, seguido de cerca por América, Monterrey, Cruz Azul, Tigres y unos sorprendentes Xolos.

Estos estarían, si hoy terminase el campeonato, en zona de Liguilla.

Pachuca y Bravos de Juárez, se preparan para dar una posible campanada, aunque han ofrecido una de cal y otra de arena.

El pasado fin de semana se enfrentaron dos clubes que, por historia, grandeza y número de seguidores, tendrían la obligación de estar peleando la cima.

Se trata de Pumas y Chivas, quienes se enfrascaron en un interesante duelo, en el que el técnico caprino Gabriel Milito, le pegó un baño al siempre simpático y agradable Efraín Juárez.

Cuando el juego agonizaba y todo señalaba un punto para cada quién, se produjo una escapada relampagueante, logrando Daniel Aguirre el gol del chiverío al 90.

Posteriormente, en una jugada bastante polémica, vía el VAR, se decretó un penal a favor de los locales.

El estratega puma había sacado A Juan José Macías, seguro tirador y se improvisó al lateral izquierdo, Álvaro Ángulo, como cobrador.

Lo tiró con potencia, cimbrando el larguero, decretando la tercera derrota consecutiva para su causa.

En la otra cara de la moneda, en cuanto a equipos se refiere, están los “codos”, que no le meten lana y buscan beneficiarse de un sistema de competencia que prohija la mediocridad.

Al Puebla sus propietarios no le inyectan un quinto y ahí la lleva para erogar el multón, pues no se le ve mejoría y tiene cinco raquíticos puntos.

Santos andan por ahí, así como Gallos de Querétaro, Mazatlán y Atlas.

León ha quedado a deber, pues tiene un buen equipo, ahora con Ignacio Ambriz al timón, así como Atlético de San Luís, convertido en un gran anfitrión, ya que todos los que lo visitan, se llevan el botín completo.

La gran decepción ha sido, sin duda, el Necaxa.

Los de Aguascalientes, dejaron ir a su entrenador Nicolás Larcamón, cobrando a Cruz Azul la cláusula de rescisión.

En una situación que solo puede darse en una organización que no práctica los valores éticos ni la solidaridad, contrataron a un tipo que había tirado el arpa, de fea manera, al Guadalajara.

Fernando Gago, luego de fracasar con Boca Juniors, tiene unos números pa´l perro, si se me permite esta elegante expresión.

Penúltimo lugar, con siete derrotas y muy lejos de calificar.

Resulta indudable y a la vez, triste, que en la LigaMx se juegan…dos torneos.

 

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