En Morelos, el número de casos de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCAs) se incrementó en comparación con el año pasado, aproximadamente en 80 por ciento.

Las TCAs más conocidos son bulimia, anorexia nerviosa y vigorexia (trastorno del comportamiento que se caracteriza por la obsesión de conseguir un cuerpo musculoso). La causa de estos trastornos se debe a múltiples factores, entre psicológicos, biológicos, socioculturales y familiares.

Autoridades de Salud buscan hacer visibles estos trastornos para que se puedan detectar y atender de manera adecuada, debido a las afectaciones en la salud física y mental que provocan. Este tipo de padecimientos se siguen viendo y tratando como algo que se debe ocultar, pero es importante que se actúe de manera inmediata porque no es un tema menor.

El 30 de noviembre de cada año se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimenticia, esta fecha tiene como objetivo concientizar a la población sobre estas alteraciones y cómo prevenirlas.

MIEDO A ENGORDAR

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los TCAs son trastornos mentales severos que se caracterizan por un miedo a engordar, a ganar peso y generan graves alteraciones en la ingesta de alimentos, lo que resulta dañino para la salud porque pueden ocasionar la muerte.

Uno de cada cinco jóvenes que habita en la región de las Américas está en riesgo de padecer TCAs, además se han convertido en la tercera enfermedad crónica más frecuente entre los jóvenes.

Datos de la Asociación de la Lucha contra la Bulimia y la Anorexia señalan que actualmente entre 10 y 15%

de la población sufre un trastorno alimentario.

La Dirección General de Epidemiología (DGE) reveló que en Morelos se ha incrementado el número de casos en comparación con 2022.

El año pasado se reportaron 55 casos de anorexia, bulimia y otros trastornos alimentarios, y en lo que va de 2023, reportan 65 casos; 51 corresponden a mujeres y 14 a hombres.

Alto, el riesgo de trastornos

En México la proporción de adolescentes en riesgo alto de tener un trastorno de la conducta alimentaria es de 1.6 por ciento (dos por ciento en mujeres y 1.2 por ciento en hombres), de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) Continua 2022.

Sin embargo, “suceden con más frecuencia de lo que estadísticamente se reporta, porque suelen ocultarse”, enfatiza la académica de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, Martha Georgina Ochoa Madrigal.

Con motivo del Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimenticia, la experta universitaria indica que “antes se decía que eran pacientes de entre 14 y 18 años, pero yo he atendido a jóvenes desde los 12 años o menores, es decir, se está presentando a edades más tempranas”, añade la también jefa del Servicio de Psiquiatría, Paidopsiquiatría, Psicología y Neuropsicología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre.

El más común es la anorexia. “Detectamos los mismos síntomas en hombres y mujeres; cuando alguien los padece, su vida y la de su familia cambia por completo”, agrega.

No se sabe con certeza qué los detona, pero muchos pacientes refieren que en algún momento de su vida pasó una situación o alguien les dijo que estaban obesos o tenían sobrepeso, y esa idea se instaló en su mente.

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