¿Es inminente la libertad de Sergio Estrada Cajigal? En un sentido afirmativo, dentro de pocos días estaría recuperando la libertad, y en el negativo, continuará preso quién sabe hasta cuándo. Mientras tanto, la especulación en medios políticos: ¿sale libre o se queda preso? Lo cierto es que ya ha pasado un año prisionero en Cancún y, según el Código de Procedimientos Penales, a un reo en esta situación, salvo interrupción o suspensión del proceso por causa legal “no deberá transcurrir un período superior a un año para que le sea dictada sentencia de primera o única instancia”. Es decir, un plazo de trescientos sesenta y cinco días contados “a partir de la notificación del auto admisorio de la demanda o mandamiento ejecutivo a la parte demandada o ejecutada”.

La época de Estrada en prisión empezó en noviembre del 2021, cuando su expareja Karla Alejandra Carrillo lo acusó de violencia familiar, y como “prueba” presentó una entrevista periodística en la que Sergio la había denunciado por el delito de extorsión agravada. Estas preguntas la hice el 23 del pasado abril, y las repito hoy: ¿es posible que Estrada no hubiera pisado la cárcel si en junio de 2024 no hubiese sido candidato de los partidos PAN, PRI y PRD a diputado federal por el primer distrito de Morelos? ¿Se puede asumir como un político preso, que no es lo mismo que un preso político?

La vida del exalcalde de Cuernavaca y exgobernador de Morelos ha sido como una tragicomedia, mezclados los altibajos del poder con el dinero en una parodia de carpa barriobajera. Ocupados en cosas ajenas a la política, los jóvenes veinteañeros de hoy eran niños cuando estalló el escándalo, cuando el estado de Morelos figuró en los periódicos de México y el mundo por la noticia de la detención del director de la Policía Ministerial de esta entidad, José Agustín Montiel López, así como su brazo derecho, Raúl Cortés Galindo. Acusados por la Procuraduría General de la República (PGR) de proteger al capo Juan José Esparragoza, “El Azul”, Montiel recibió una sentencia de 33 años y multa de 603 días de salario mínimo por los delitos de delincuencia organizada y contra la salud en la modalidad de colaborar al fomento para comercio y transporte de cocaína. Fallecería el 20 de agosto de 2015, víctima de la diabetes, para entonces recluido en una casa particular de Pachuca que le fue fijada como prisión domiciliaria, dado su estado de salud quebrantado. Raúl Cortés continuó internado en el penal de máxima seguridad del Altiplano, purgando una condena de 23 años. Sólo cuatro años después, el 15 de mayo de 2008, el también exgobernador panista y ex diputado federal plurinominal, Marco Adame Castillo, al igual que Estrada estuvo a punto del juicio político debido a las detenciones de su secretario de Seguridad Pública, Luis Ángel Cabeza de Vaca,

y el similar de éste en el Ayuntamiento de Cuernavaca, Francisco Sánchez. La PGR les imputó vínculos de complicidad con el denominado “Jefe de Jefes”, Arturo Beltrán Leyva, quien acabaría siendo abatido por un comando de élite de la Marina Armada, el 16 de diciembre de 2009 en el conjunto de Edificios Altitude. Los cargos fueron graves, presente el narcotráfico como el detonador del escándalo político. Pero tantas cosas nefastas habían venido sucediendo los últimos años en Morelos, que la gente terminó por perder la capacidad de asombro, vueltos cotidianos los asaltos a bancos, homicidios de personas famosas y no tan famosas así como otros eventos de impacto nacional que durante meses fueron comentados en la calle, las casas, las oficinas…

Sergio Estrada, quien actualmente tiene 64 años, es uno de los pocos exgobernadores morelense por nacimiento... (Me leen el lunes).

Las opiniones vertidas en este espacio son exclusiva responsabilidad del autor y no representan, necesariamente, la política editorial de Grupo Diario de Morelos.

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