No pasa semana sin que no haya asaltos a “rutas”.

Nada que no sea nuevo, admite el policía amante de la nota roja.

La frase insinúa la resignación de la autoridad ante un mal imposible de erradicar, pero no de las personas que usan las combis y los microbuses de servicio colectivo.

Están hasta la madre de ser asaltados; cruda y acaso “grosera” para los oídos castos, la expresión se basa en una nota que fue publicada ayer: Habitantes de la colonia Constitución en Tlahuapan propinaron una golpiza a tres asaltantes, tras ser sometidos después de haber asaltado una Ruta 13.

Los sujetos intentaron huir, pero fueron alcanzados y sometidos por alrededor de 100 personas que los golpearon.

En un video que circula en redes sociales, se puede ver a los hombres tumbados boca arriba, maniatados y con los rostros ensangrentados, mientras los pobladores les hacen reclamos y amenazas.

Al lugar llegaron uniformados de la Comisión Estatal de Seguridad, quienes lograron evitar que los imputados fueran asesinados...

Sin embargo, los delincuentes no siempre salvan la vida.

Aquí, allá y acullá es lo mismo; para no ir muy lejos esto que ocurrió ayer: Dos asaltantes murieron y uno más fue detenido luego de un frustrado asalto a un autobús de pasajeros en la autopista México-Pachuca, municipio de Ecatepec, estado de México.

Los hechos ocurrieron a bordo de un autobús de la línea Ómnibus de Tizayuca que se dirigía del estado de Hidalgo a la Ciudad de México.

Las primeras versiones indican que después de pasar la caseta de peaje en San Cristóbal tres sujetos que se hicieron pasar por pasajeros amagaron al resto del pasaje para que entregaran sus pertenencias.

 Uno de los asaltantes accionó su arma de fuego, pero el proyectil rebotó en el techo de la unidad e impactó a uno de sus compañeros que bajó del autobús y trató de escapar del lugar, pero cayó muerto a un costado del camión.

 La situación fue aprovechada por los pasajeros que comenzaron a golpear a los otros dos delincuentes, uno de los cuales perdió la vida presuntamente a causa de las heridas… Noticias como esta se diluyen entre tanto suceso funesto.

 Un asesinato más no causa mayor extrañeza y, perdida la capacidad de asombro de la sociedad morelense ante tanta desgracia, la violenta cotidianidad de asesinatos por doquier poco parece ya impactar al pueblo y nada al gobierno… Una noche cualquiera, la chica de 16 que viaja en la unidad de la Ruta 20 no se imagina la desgracia que le aguarda.

 Al rato dos sujetos abordan.

 Típico el modus operandi, despojan de objetos de valor a los pasajeros, se hacen con celulares, relojes y dinero y además lesionan gravemente a la muchacha.

 ¿Era “necesario”? ¿Cómo y con qué? ¿Un balazo, un navajazo? Trasladada al hospital e infortunadamente vanos los esfuerzos médicos por salvarle la vida, si cuando llegó al nosocomio ya había expirado o no es un dato que omitió la noticia; sólo consignó que la muchacha dejó de vivir… Muy pocos pasajeros de rutas han tenido la buena suerte de no haber sido asaltados.

 Les roban teléfonos celulares, cientos, pues los atracos son constantes a lo largo y lo ancho de Morelos, lógica la deducción de que podría haber un mercado negro de estos aparatos en la Plaza de la Tecnología de Cuernavaca o en tianguis de objetos usados como los de Xococotla y Chamilpa… Titular de la Comisión Estatal de Seguridad, el almirante José Antonio Ortiz Guarneros no viaja en ruta… (Me leen después).

Por: José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com

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