La mayoría impunes, hace tanto tiempo que los asaltos a los pasajeros del transporte público se volvieron rutinarios y nadie se acuerda de cuándo empezaron. Las imágenes de videocámaras son evidencias innegables que ayudan a la autoridad, pero no acaban con este problema. Los atracos suceden a diario y en cualquier lugar, para desgracia de las víctimas que suman cientos de miles a lo largo y ancho del país. De los múltiples episodios de violencia que resuenan en las redes sociales, aquí dos casos como botones de muestra de un problema al cual no se le ve fin:
13 de febrero de 2025 en Tijuana. Un delincuente armado de un puñal es sometido por los pasajeros al intentar despojar a un usuario de sus pertenencias. El asaltante, que minutos había abordado la unidad en las inmediaciones de la clínica 20 del IMSS, sacó un cuchillo, pero los usuarios lograron someterlo y lo retuvieron en el interior del autobús hasta que llegaron los policías…
Se escucha en la grabación de un video de un microbús en Naucalpan, Estado de México: “Yo también traigo bala”. Las imágenes muestran un asalto a una camioneta del transporte público. Quien habla así es llamado “justiciero anónimo”, y la frase la pronuncia antes de dispararle dos balazos al ladrón. El malhechor cae al suelo, pero le da tiempo de accionar su arma y pegarle a uno de los pasajeros. Al final queda tirado en una esquina de la colonia Mártires de Río Blanco, mientras el pasajero muere en el hospital de la Cruz Roja. El hecho sucedió a las 6 de la mañana, cuando uno de dos ladrones se subió a robar un autobús del transporte público de la ruta que corre de la colonia Granjas de Mártires de Río Blanco a El Toreo.
En Morelos, donde los pueblos no han escapado al ambiente de inseguridad, recientemente el diputado del PAN, Gerardo Abarca Peña, propuso el uso obligatorio de videocámaras en rutas y taxis. Ante hechos de violencia que se han registrado en la zona oriente de Morelos, propuso la instalación de estos dispositivos que inhibirían la comisión de delitos y permitiría identificar a delincuentes. Informó que en este sentido presentó una iniciativa en el Congreso Estatal, buscando la seguridad de usuarios y operadores del transporte que han denunciado extorsiones, robos y otros actos delictivos en diversas regiones del estado.
Sin embargo, esto es sólo una parte del problema. Otro es el estado lamentable de microbuses y combis del oficialmente llamado Sistema de Transporte Colectivo. Nombradas popularmente “rutas”, además de que nueve de cada diez resultan carcachas que se caen a pedazos, la explotación laboral en este sector es histórica. Los choferes continúan siendo explotados sin que autoridad alguna se dé por enterada de esta injusticia que afecta a miles de familias. Un mal que ciertamente no es privativo de Morelos, con el agravante de que aquí los funcionarios corruptos del área de transporte de pasajeros son conocidos y, premiados con puestos de elección popular, se les sabe multimillonarios. Este problema afecta a miles de trabajadores que soportan jornadas de laborales de sol a sol, sin seguro social, ni vacaciones, reparto de utilidades ni pago de séptimo día de descanso. Y para los usuarios, un servicio de tercer mundo padecido por niños y adultos que viajan apiñados en microbuses y combis carcachas. Sin embargo, ni el diputado Abarca ni ningún otro político se atreven osa hablar de obligar a los dueños de taxis y rutas a que cambien las carcachas por vehículos nuevos… (Me leen mañana).
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