El caso fue famoso, viralizado si de un video miles de veces visto se hubiera tratado. Las imágenes pusieron en evidencia a los responsables. El del robo de dos camiones y otra unidad automotriz de instalaciones del Ayuntamiento de Cuernavaca fue, por decir lo menos, un golpe torpe, mal planeado y peor ejecutado. El autor intelectual y los ladrones materiales soslayaron las cámaras de video vigilancia que ubicaron en tiempo y espacio la sustracción y el destino de los objetos sacados de las instalaciones de la Secretaría de Infraestructura Urbana y de Obras y Servicios Públicos, en la colonia Revolución. Minutos antes de que una llamada reportara que habían sido hurtados, las cámaras del C-5 captaron los camiones y la maquinaria saliendo de la dicha colonia. Eran escoltados por un vehículo utilitario y una patrulla de auxilio turístico del Ayuntamiento rumbo a la entrada a la Ciudad de México, cuyas cámaras los siguieron hasta la delegación Iztapalapa, quedada para entonces la camioneta de apoyo a turistas en el entronque de la carretera. Transmitidas las imágenes en un telenoticiero de alcance nacional, la sensación del público fue la de un auto robo, por el sitio del hecho y la unidad turística usada como escolta. Pero esto que sucedió en junio de 2017 puede ocurrir hoy, mañana, cualquier día, de igual o parecidas maneras y en todo sitio que provoque al hampa la tentación de robar. Otros eventos ilustran el tema: Cámaras de seguridad de una tortería ubicada en la calle Poder Legislativo graban a dos sujetos acabando de quitarle a una señora el dinero que recién ha retirado de una sucursal bancaria (...) Un par de malhechores irrumpe en una tienda de autoservicio localizada en la misma arteria de la colonia del Empleado, amagan al personal, se apoderan de dinero y productos diversos (…) Asaltado por individuos armados en el estacionamiento de la Caja Popular de Las Palmas, un señor es despojado de 200 mil pesos que minutos antes había retirado de la sucursal Santander de la colonia San Jerónimo (…) O sucesos sociales contra la delincuencia, como cuando cientos de hombres de municipios de Los Altos y la región oriente bloquearon la carretera federal México-Cuautla y la autopista Cuautla-Cuernavaca. Protestaron por las extorsiones del cobro de piso de que los que venían siendo víctimas por parte del crimen organizado… Y el comentario en el hoy: Grabándolos para facilitar la identificación y captura de los ladrones, es el objetivo de la ley de videovigilancia que será propuesta a la aprobación del Congreso local. La novedad sería conectar cámaras de video instaladas en empresas privadas a la red del C-5, de las que actualmente sólo hay 900 funcionando. No suena nada mal, incluida la iniciativa de otra ley contra el uso de motocicletas por parte de criminales. Y mejor será cuando en la llamada Mesa para la Seguridad y la Paz pasen de las palabras a los hechos. La Zona Militar y la Policía Federal, el Tribunal Superior de Justicia, la Fiscalía General del Estado, funcionarios locales y federales, compuesta en lo general por representantes de instituciones de gobierno, la realidad es que la dicha mesa no ha podido frenar la cresta de la ola de la violencia... DEL correo atrilero, éste reclamo enviado por quien remite como “Cuernavaco prepcupado”: “Cuernavaca, ciudad tan bella como la que más, pero con su infraestructura rezagada en comparación a otras capitales de estados. Es el paradigma de la anarquía; para combatirla a fondo no ha habido propuestas políticas inteligentes. Los gobiernos priístas y panistas escurrieron el bulto, y también el perredista. Aquí cada quien construye como quiere, pasándose la ley por el arco del triunfo. Si la obra que está en construcción es detectada, basta con sobornar a los jefes o los inspectores de Obras Públicas y del IMSS. Los ruteros y los taxistas violan el reglamento de tránsito, parando donde quieren a dejar o levantar pasaje, invaden los carriles contrarios, juegan “carreritas”, conducen carcachas que no pasan la revista mecánica, contaminan la ciudad, andan con los escapes abiertos. Tanta corrupción hay en el transporte público, que los líderes dicen la última palabra y los funcionarios simulan, pues aparte de intereses políticos hay motivos económicos”… Pues sí… (Me leen el lunes).
José Manuel Pérez Durán
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