La Secretaría de Seguridad Ciudadana de Cuernavaca, algunos de cuyos mandos probablemente repetirán en la policía estatal, ha hecho algo positivo pero incompleto. Tardío el operativo “Moto Segura”, es anunciado por el secretario José Trinidad González Flores. Explica que consiste en puestos de control en los cuales ya fueron detectadas “entre 8 y 10” motocicletas posiblemente vinculadas a diversos delitos… Hace años que parejas que se movilizan en motocicletas cometen robos y matan a personas, como ocurrió la tarde del viernes pasado en la cuesta de Abasolo, asesinado a balazos un trabajador del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (Sapac) y herida su pareja cuando viajaban en un Jetta. Reaccionando a este hecho que por poco viraliza las redes sociales, la policía capitalina aplicó el dicho operativo que debería replicar la Secretaría de Seguridad Pública Estatal en los demás municipios. Explicó González: “derivado de todo lo que se ha estado dando en Cuernavaca, hemos generado y realizado puntos de control en diferentes sectores (…) debido a que en ese tipo de vehículos hemos detectado que se ha estado desplazando de manera muy frecuente lo que es la delincuencia”... Ícono del narcotráfico colombiano, Griselda Blanco Restrepo alias “La Viuda Negra” o “La Madrina de la Cocaína”, murió en septiembre de 2012 con dos balazos en la cabeza que le disparó un motociclista, en Medellín. Pero no obstante famoso, este fue un solo caso entre tantos. Usado frecuentemente el método de las ejecuciones en motocicleta, las autoridades intentan contenerlo de maneras distintas, como exigir que todos los motociclistas usen chalecos reflejantes y cascos donde muestren los números de sus placas. Esta “perlita” de muchas: sólo durante el lapso enero-octubre de 2012, la ciudad de Medellín registró 176 asesinatos en motocicletas. Esta cifra, que en ese período y entidad representó el 15% de todos los homicidios, de acuerdo a Eduardo Rojas León, secretario de Seguridad de Medellín, las motocicletas se usaron en más de una cuarta parte de los robos de automóviles y en la mitad de los robos de motocicletas… Aplicado el método de los sicarios motorizados en el nuestro y otros países de Latinoamérica, una nota periodística de agosto de 2015 ilustra este problema de inseguridad pública que también vive Guatemala: Desde el año 2012 al 15 fueron asesinados 1.500 guatemaltecos por criminales que se movilizaban en motocicletas, una cifra que pone de relieve el amplio uso en Latinoamérica de una táctica de asesinato que se popularizó en Colombia durante la era de Pablo Escobar y el cartel de Medellín. Según la organización no gubernamental Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), en los últimos tres años y medio de 2015 fueron asesinados 1.537 guatemaltecos por criminales motorizados. Durante ese mismo periodo, otros 699 individuos sufrieron lesiones como producto de estos ataques. Según GAM, el número de asesinatos cometidos por criminales motorizados estaba en aumento en Guatemala. El número oficial de muertes registradas aumentó 50 por ciento entre 2012 y 2014, pasando de 335 a 527. Para combatir este delito, en 2009 el entonces presidente Álvaro Colom prohibió que dos personas viajaran en motocicleta en territorio nacional. Sin embargo, el presidente Otto Pérez Molina levantó la prohibición en 2013... Está demostrado: la ley que no tiene México es una que prohíba que dos personas viajen en la misma “moto”. Pero no faltaría quienes digan: un ordenamiento así atenta contra el derecho humano del derecho constitucional al libre tránsito de las personas… Mientras tanto, la delincuencia está a todo lo que da. Lo inaudito: que la policía sea atracada, robados un arma larga, chalecos, un radio, teléfonos celulares, otros objetos de valor a elementos de la Policía Morelos el martes anterior en el fraccionamiento Colinas del Altar de Temixco. Y por si ello fuera poco, golpeados ahí mismo por un comando de malandros tres agentes que debieron ser hospitalizados. Los agresores huyeron en sendos vehículos. Reportados por la Comisión Estatal de Seguridad, el ulular de las patrullas se extendió a las colonias Lauro Ortega, Santa Úrsula, Aeropuerto, Lázaro Cárdenas, Rubén Jaramillo y el centro de la cabecera municipal. Pero como casi siempre sucede en este tipo de eventos, los facinerosos se hicieron humo, se volatizaron, no los hallaron ni con lupa… Y el colmo del cinismo: el asalto a una cuentahabiente y una cajera en la sucursal del banco Santander ubicada ‘ora sí que a tiro de piedra del Palacio de Gobierno, la tarde del mismo martes, huido el ladrón, quizá burlón de la autoridad que no agarra ni un resfriado… (Me leen después).

 

Por: José Manuel Pérez Durán

jmperezduran@hotmail.com 

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