La tarde del lunes pasado, la Casa Blanca confirmó la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, mañana viernes en San Francisco, California. El contexto: el número de mexicanos que cruzan la frontera de EUA se ha incrementado a niveles no vistos en una década, según cálculos del Migration Policy Institute en Washington. Los mexicanos interceptados por oficiales estadunidenses en la frontera aumentaron a 738 mil 780 en el año fiscal que concluyó en septiembre de 2022. De entonces a febrero de 2023, el patrón sugiere que esta tendencia continuará el año en curso. Ante esto, no extraña la reacción del expresidente Donald Trump, quien de acuerdo al The New York Times “planearía grandes redadas, campos de detención y deportaciones masivas de migrantes”. Según el Inegi, hay más de 250 mil morelenses trabajando en territorio estadounidense, de Cuernavaca, Temixco, Axochiapan, Tepalcingo, Jonacatepec y Jantetelco. La mayoría se concentra en Chicago, California y Mineapolis.
Menudo problema tendrá el gobierno de México si Donald Trump vuelve a ser presidente de Estados Unidos y cumple sus amenazas de deportar a mexicanos residentes en el país vecino. Aunque
rechazado por muchísimos de sus paisanos, el magnate de los inmuebles mantiene su propósito de expulsar a mexicanos indocumentados, construir el muro y cobrárselo a México. Pero dado incluso lo absurdo que puedan resultar sus bravatas, más vale tener en cuenta el escenario de la posibilidad del regreso “selectivo” de mexicanos, entre ellos varios miles de morelenses. Ese regreso forzado, además de significar una violación a los derechos humanos y laborales, representaría un grave problema para las administraciones de entidades como Michoacán, Zacatecas o Veracruz, que aportan la mayor cantidad de emigrantes temporales y fijos a la economía estadounidense.
Mientras tanto, los desplantes paranoicos de Trump hacen pertinente prever el retorno masivo de hombres, mujeres y niños a su patria chica.
Las cifras son aproximadas. Números de la Organización de
Naciones Unidas (ONU) advierten que hay más de 200 millones de personas viviendo fuera de su lugar de origen, algo así como el 3.3 por ciento del total de la población mundial.
México es considerado territorio de recepción, tránsito y expulsión de migrantes. Hay millones de mexicanos que viven fuera del país, y casi la totalidad eligieron Estados Unidos como destino para laborar.
Morelos no se identifica a nivel nacional como una entidad de relevancia en cuanto a migración se refiere, pero aun así miles de morelenses dejaron sus poblaciones de origen y la se hallan en EUA. Una cantidad que representa cerca del 20 por ciento de la población morelense, que no es menor si recordamos que nuestra entidad lleva seis años en el rango de alta expulsión de migrantes.
En términos de los ingresos económicos que significa la migración, durante 2022 las remesas que llegaron a México alcanzaron la cifra récord de 58 mil millones de dólares.
Según estos cálculos, en 2000 los migrantes de Morelos representaron un poco menos del 3 por ciento de la población residente de la entidad, superado únicamente por los estados de Zacatecas, Michoacán, Guanajuato y Durango que registraron una mayor expulsión de migrantes a los Estados Unidos. Según cifras del INEGI, en ese año 44 mil 426 habitantes de Morelos se fueron a los Estados Unidos, o sea, que 29 de cada mil personas tomaron esa decisión cuando el promedio nacional era de 16 por cada mil.
Hasta 2015, se estimaba que más de 250 mil morelenses radicaban en los Estados Unidos, de los cuales cerca de 3 mil 500 regresaron a sus comunidades en los entonces 33 municipios. De la región oriente de Morelos, que comprendía 16 municipio, Cuautla era la ciudad donde más paisanos retornaban definitiva o temporalmente. Hoy, las cosas han cambiado radicalmente…. (Me leen mañana).
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