En México y en Morelos arranca el futurismo el mismo día de las elecciones. Faltan aún tres y seis años para las siguientes elecciones y en medios políticos ya son mencionados los prospectos a los cargos de presidente de la República, senadores, diputados federales y locales, así como alcaldes y gobernadores. Siempre ha sido así, y negarlo sería lo mismo que pretender tapar el sol con un dedo. Esta vez no es la excepción, con la única regla, vieja y no escrita, de no moverse antes de la foto. Los nombres están en los comentarios de la calle, oficinas, centros de trabajo y por supuesto en medios políticos. Los aspirantes de los partidos se cuentan por docenas, pero los de Morena y el PAN son los que tienen más posibilidades de ganar las elecciones. Hoy de Morena es la primera mujer gobernadora en la historia de Morelos, Margarita González Sarabia, y hasta ahora Morena es el único partido sin aspirantes a la vista a gobernador o gobernadora rumbo a la jornada comicial de 2030. No así en el PAN-PRI, cuyo candidato natural a gobernador es de una obviedad elemental: el alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado. Ganador de la elección de presidente municipal en 2021, fue reelecto en 2024. Larga y productiva la carrera política de Urióstegui, incluye los puestos de juez penal de primera instancia del primer distrito, procurador general de justicia, subsecretario de seguridad pública, consejero jurídico del

Gobierno Estatal, representante de la zona centro de México en la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia y subsecretario del Gobierno del Estado. Antes de que en 2030 José Luis contienda por la gubernatura, en 2027 puede ser candidato a diputado federal o local.

José Luis Urióstegui nació y creció en Morelos, donde la comunidad de nativos del estado de Guerrero suma miles de personas. Sobre todo en Cuernavaca, no hay pueblo, colonia o calle donde no existan guerrerenses por nacimiento o adopción. Pese a que el dato preciso no está en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), está claro que suman varias docenas de miles. En noviembre de 2021 se reunieron en un desayuno los miembros de la agrupación Hermandad de Morelos y Guerrero. El encuentro fue organizado por Gerardo Silva y Javier Vargas, y entre otros asistieron el ex acalde de Acapulco, Alberto López Rosas, Marcelino Miranda Añorve y José Luis Urióstegui Salgado. En ese momento alcalde electo de Cuernavaca, Urióstegui comentó que, aunque no nació en Guerrero sino en Morelos, muchas veces acompañó a sus padres al panteón de su pueblo natal, para limpiar las tumbas donde descansan sus antepasados.

A propósito de la hermandad de los estados de Morelos y Guerrero, en junio de 2022 escribí: Otras y las colonias La Joya e Independencia nacieron cincuenta y tantos años atrás por medio de invasiones de familias pobres de ascendencia guerrerense, así como morelenses nativos lideradas por el desaparecido José Luis Urióstegui Román, “Don Pepe”, como era conocido el papá del ahora futuro alcalde. Descendiente del clan de los Urióstegui, de la merita Tierra Caliente de Guerrero, afamado el apellido porque a mediados y más acá de los cincuenta gustaban de jalar el gatillo, Salomón Salgado Urióstegui fue tío (¿o primo?) de José Luis. El mismo que en febrero de 2001 cobró fama nacional cuando metió en una “bronca” política al PAN y a Vicente Fox Quesada, quien en ese momento era el presidente de México. Salomón declaró que en esta la tierra de Emiliano Zapata había francotiradores esperando al subcomandante Marcos y su comitiva para darles la “bienvenida”. Era diputado por el PAN y su declaración asustó a la mojigatería panista, así que poco tardó para que fuera expulsado del partido blanquiazul. Auto declarado diputado independiente, apareció en la escena nacional en el contexto del anuncio del debate entre el Subcomandante Marcos y el juez español Baltasar Garzón. Confirmó su reto de batirse a tiros con el líder del EZLN, y ratificó sus calificativos a Marcos: “sólo es un correcaminos encapuchado, traidor y maricón”. Expulsado de Acción Nacional so pretexto de enrarecer el clima socio político contra el EZLN, y fustigada por medios conservadores su postura hacia el movimiento zapatista durante la caravana de “los subversivos”, el polémico Salomón invitó por medio a una carta al mediático del pasamontañas “a dejarse de palabrerías y aceptar el duelo”. Urgió a Marcos a dar respuesta a su desafío, antes de que concluyera su periodo como legislador “porque me quedaría con ganas de chingármelo”. Pero fue más lejos. Espetó: “Si no me responde, entonces se verá como un marica; mi objetivo es claro: lo voy a chingar sea como sea, no le voy a permitir más burlas, como el presidente Vicente Fox que se ha dejado de ese encapuchado”. Así era Salomón, ¿y así son todos los Urióstegui?... (Me leen el lunes).

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