Llegaron pardeando la tarde, sorprendieron a los lugareños que se encontraban en el centro, eran muchos, colmaron la plaza. Formada la muchedumbre mayormente por hombres, había unas cuantas mujeres. Se les notaba extenuados luego de caminar unos sesenta kilómetros, hostiles, determinados a no regresar a sus pueblos de Temoac, Amilcingo, Popotlán y Huazulco si no era con la misión cumplida. Querían ser municipio, y lo lograrían topara en lo que topara. Estaban hartos de ser marginados, de que los alcaldes salieran de la cabecera municipal, Zacualpan, y no de las ayudantías, así que la imposición de Mariano Cerezo como el candidato del PRI acicateó la protesta.

Turistas y lugareños atestábamos el Zócalo de Cuernavaca las noches de viernes y sábados, pero aquel 17 de marzo no cayó en fin de semana sino en jueves. Por la mañana nada sabía la gente de Cuernavaca lo que estaba por suceder, pero sí en el gobierno, reportado por los “orejas” de Gobernación, la Zona Militar y la Policía Judicial el contingente de Temoac que, tras salir andando del crucero de Amayuca y pasar la noche de la víspera a la altura de la colonia La Joya, se dirigían a la Plaza de Amas de Cuernavaca.

Pero qué iba a saber el gobernador Armando León Bejarano sobre cómo se las gastaban los pueblos de la región oriente. Impuesto un año antes desde la Ciudad de México como gobernador de Morelos, llegó con su séquito de la Legión Extranjera a gobernar una tierra que desconocía. Sus chamarras de piel de nonato, sus Rolex, su condición de extraño a los sentimientos de la gente de Morelos le nublaban la visión. (Bejarano moriría el 6 de julio de 2016, a los cien años de edad).

Aquella tarde lo sacudió la rebeldía de los ejidatarios, los peones, los profesores, las señoras de campo que exigían su municipio suyo de su propiedad. Eran tantos que no cupieron en el Salón Gobernadores, así que sólo pudo pasar una comisión de unos doscientos y, para que escucharan afuera lo que se iba a decir adentro, pusieron bocinas en los balcones del Palacio. Menudearon las consignas contra el gobierno, y del griterío que surgía de la explanada se alcanzaba a oír una que otra mentada de madre con dedicatoria al Gobernador. (Encontrado meses atrás el cuerpo de Vinh Flores Laureano, un joven profesor que lideraba causas sociales de comunidades de la zona oriente, sus seguidores estaban seguros de que el asesinato había sido ordenado por el gobierno).

Adentro no olía precisamente a rosas, hacía tres días que los rebeldes no se bañaban, Bejarano y sus funcionarios más cercanos apretaban las narices haciendo gestos de “fuchi”. Entraban al despacho del jefe del Ejecutivo para parlamentar, y regresaban una y otra vez al salón para tratar de convencerlos de que económicamente no procedía la creación del municipio de Temoac. En vano Bejarano recurría a su discurso de campaña, de “la unidad morelense”. Juntos, Temoac y los tres pueblos satisfacían el requisito constitucional de tener un mínimo de diez mil habitantes, sus ingresos directos se reducirían al cobro de piso del mercadito de Temoac, al lado de la ayudantía municipal, pues el impuesto predial era recaudado por el Gobierno del Estado, pero quedaban las participaciones federales que les serían suficientes. La discusión continuó, los “temoacos” se mantuvieron firmes y aguantaron hasta la madrugada cuando por fin Bejarano dobló las manos y cedió a la fundación del municipio número 33. Sin embargo, el gentío no abandonó el Zócalo, también quedamos algunos reporteros y la muchedumbre sólo se fue el día siguiente llevándose el ejemplar del periódico oficial con el decreto de la creación del municipio de Temoac que de ahí en adelante celebrarían los 17 de marzo.

Política e históricamente la zona oriente se ha cocido aparte. De entonces a la fecha han pasado 47 años. Temoac tenía unos 10 mil habitantes y hoy ronda 17 mil, 7 mil más que su vecino Zacualpan. Juntos los dos municipios tienen la octava parte de habitantes que Cuautla, los tres en la zona oriente. Los números, y sobre toda la cultura de su gente, ilustran la importancia política-electoral de los pueblos del oriente-oriente que el miércoles pasado respiraron… política, visitado Cuautla por la candidata a gobernadora de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Margarita González Saravia, y Temoac y Zacualpan de Amilpas por la abanderada de la coalición Dignidad y Seguridad por Morelos, Vamos todos, Lucy Meza… Las apuestas están cruzadas en la larga caminata hacia las elecciones de 2 de junio. … (Me leen mañana).

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