Por la pandemia que ha cambiado tantas cosas, el sábado próximo no habrá la muchedumbre que los 12 de diciembre solía arremolinarse en el santuario de la Virgen de Guadalupe, en El Calvario, como es referido por los cuernavacenses este punto de la avenida Morelos. ¿Estuvo ahí enterrado Martín Cortés, hijo del conquistador Hernán? Quizá disminuido en su carácter ancestral por estar fuera del Centro Histórico, uno de los monumentos emblemáticos de Cuernavaca es el chapitel del Calvario. Conocido en sus orígenes y por muchos años como “El Humilladero”, esta denominación se debía a que la gente, al entrar y salir por el Camino Real a la Ciudad de México –la hoy avenida Morelos, a la altura de la bifurcación de las calles Matamoros y Miguel Salinas– se humillaba y persignaba, primero ante una cruz instalada en ese lugar, y posteriormente de cara a la imagen de la Virgen de Guadalupe. Hoy poca gente se hinca, pero casi todo mundo, vaya a pie o en vehículo, se persigna como una antiquísima señal de encomendarse al cuidado y protección de la Guadalupana. Existe la leyenda de que en el chapitel del Calvario de Cuernavaca fue enterrado uno de los hijos del conquistador Hernán Cortés, llamado Martín Cortés. De inicio hay que aclarar que fueron dos vástagos bautizados con el mismo nombre. El primogénito fue Martín Cortés, “El Mestizo”, nacido de la relación con Malitzin o Malinche alrededor de 1523 y muerto en 1595. El segundo fue Martín Cortés Zúñiga, hijo de la legítima esposa de Hernán, Juana Zúñiga, quien nació en 1533 y murió en 1589. La pregunta es: ¿cuál de los dos Martín Cortés fue supuestamente enterrado en El Calvario de la antigua Cuauhnáhuac? Para aproximarnos a una respuesta hay que hacer un breve repaso por las biografías de los herederos del Capitán General de la Nueva España, el posteriormente designado Marqués del Valle de Oaxaca, pues hasta aquella región se extendieron sus dominios “El mestizo”. Fue el hijo primogénito y natural de Hernán Cortés con Malintzin, quien era intérprete del conquistador, por lo tanto es considerado como uno de los primeros mestizos de la Nueva España. Respecto a su fecha de nacimiento, ésta no ha sido fijada con precisión. De acuerdo a algunas lecturas, Don Federico Gómez de Orozco, el historiador conocido como descendiente de Martín Cortés, escribió que después de la muerte de Catalina Juárez, “La Marcaida”, (las malas lenguas le atribuyeron la referencia del mote al mismo Cortés, cansado de los celos y poca disposición de aquélla a comprender su papel de conquistador, no sólo de tierras, sino también de mujeres), Malitzin tuvo al primer hijo del Conquistador y le puso el nombre de su propio padre. “Pasados unos meses de tan grave contratiempo”, refiere Gómez Orozco a la muerte de “La Marcaida”, la primera esposa de Hernán Cortés, ocurrida en Coyoacán, en noviembre de 1522, un día fue gratamente sorprendido por la más halagadora noticia: iba a ser padre. Si esto es así, puede concluirse afirmando que Malintzin tuvo a su Martín hacia fines de 1523 o principios de 1524. De acuerdo a versiones de cronistas, a poco de nacido el hijo de Malintzin y Cortés fue separado de su madre y entregado a un primo del Marques del Valle de Oaxaca, el licenciado Juan de Altamirano, según afirma el historiador Gómez de Orozco. Nunca más el primer Martín volvió a ver a su madre. Se dice que Cortés quería evitar que se crearan lazos políticos entre sus herederos y mujeres, y se convirtieran en futuros reclamantes de títulos nobiliarios y tierras. Como se puede deducir, no hay dato en sus biografías que permitan asegurar que uno de los dos Martín Cortés hubiera muerto en México, y particularmente en Cuernavaca. La versión popular de que en el chapitel del Calvario estuvieran los restos de “un hijo del Cortés” no parece tener sustento. De la muerte de Hernán Cortés ayer se cumplieron 473 años… (Me leen después).
Por José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com