Entrando y prendiendo lumbre, el próximo alcalde José Luis Urióstegui Salgado ha anunciado que le dará una manita de gato a Cuernavaca. El uno de enero empezará con la rehabilitación de otras y las glorietas de Las Palmas, Buena Vista y Palmira, avenida esta última bordeada por árboles y quintas de bardas altas y jardines exuberantes, extrañamente con pocos baches pero tétrica, oscura, brillando por su ausencia el alumbrado público al igual que en innumerables rumbos de la ciudad. Pero de cualquier manera está bien lo de las glorietas, y mejor si el presidente municipal y los demás integrantes del cabildo que asumirán el uno de enero elevan la mirada y logran hacer al menos una de las obras que los cuernavacenses llevamos esperando medio siglo: la Central Camionera. Para este propósito el terreno ya había sido cedido por el ejido de Chapultepec en las cercanías de la subestación eléctrica de la CFE, la planta de almacenamiento de Pemex y la Preparatoria Uno. El proyecto había sido bocetado en el sexenio 1970-76 del gobernador priista Felipe Rivera Crespo, inimaginable en aquellos días lejanos la mancha urbana que sólo una década después comenzaría a extenderse a Jiutepec, Yautepec, Zapata, Temixco y Xochitepec. Mientras, las terminales de las líneas Flecha Roja, México-Zacatepec y Estrella de Oro se quedaban en el primer cuadro, en zonas cada vez más transitadas como son la avenida Morelos, Abasolo, Galeana y Las Palmas. Con el paso de los años fue instalada otra terminal en La Selva, una más Galeana y otra en el boulevard Cuauhnáhuac que generan conflictos de vialidad y contaminación ambiental… Larga la lista de carencias, el nuestro sería otro estado echando a andar el aeropuerto de Tetlama, lo que junto con la central de terminales de autobuses de pasajeros han sido el sueño guajiro de tres generaciones de morelenses. En Morelos las empresas aéreas llegaron como se fueron, en medio del fracaso por la falta de pasajeros. Estuvieron unos pocos meses, aguantaron lo más que pudieron pero todas acabaron aventando la toalla. Una solamente duró, Aerolíneas Internacionales, hace dos décadas. El hecho es que la pista y la terminal de Tetlama no pueden levantar el vuelo. Hasta mediados de los ochenta que el gobernador Luro Ortega Martínez lo hizo, Cuernavaca era una de las pocas capitales de estado que no tenía aeropuerto. Incluida la terminal y la pista de 3 mil 100 metros, costó 10 mil millones de pesos viejos. En el arranque de los ochenta, durante unos meses voló de Cuernavaca a Huatulco un bimotor de la empresa Aeromorelos que por falta de pasajeros terminó instalándose en Oaxaca. Sacada del aire en 2003 por la Dirección de Aeronáutica Civil, Aerolíneas Internacionales fue la que más tiempo permaneció. Después vendrían Mexicana de Aviación, Aerocaribe y Aeroméxico, pero se fueron como llegaron, fracasadas; escasos los pasajeros, todas bajaron la cortina y así hasta la actualidad… DEL correo atrilero, este remitido por Andrés Álvarez Morales: “En la década de los noventa, se desarrollaron dos parques industriales, en Yecapixtla - Burlintong, y en Cuautla - Parque Industrial. Cabe señalar, que en 1998 Burlintong estaba operando casi al 100% en sus tres plantas, pero a raíz de la crisis en el sector textil, la producción prácticamente está a casi a un 30%. El Parque Industrial de Cuautla, la empresa más grande de este es Saint Gobain, y el parque está casi a un 50 o 60% ocupado, el resto siguen siendo lotes sin ocuparse a algo así de más de 20 años de su inauguración. Considero que lo que ha faltado por parte de los gobiernos estatales, es la promoción a industriales a que vengan a invertir a Morelos, y esto no se hizo y no se está haciendo. En fin, mi comentario reside prácticamente en que usted no mencionó estos parques industriales, y que lamentablemente nadie ha hecho labor por ayudarlos a crecer y sacarlos adelante. Andrés Álvarez Morales”… (Me leen después).
Por: José Manuel Pérez Durán jmperezduran@hotmail.com