En enero de 2004, el Tribunal Unitario Agrario (TUA) restituyó 33 hectáreas al pueblo de Tepoztlán, es decir a los ejidatarios. Le ganaron un juicio que duró siete años a Guillermo de Jesús Occelli, excuñado del expresidente Carlos Salinas de Gortari, recuperando el predio Quinta Piedra que Occelli defendió con uñas y dientes. Periódicos de circulación nacional consignaron durante meses la lucha del ejido de Tepoztlán vs Occelli. Autoridades municipales, pobladores y ejidatarios ingresaron a la residencia por el enorme arco de piedra donde los actuarios del TUA, Ernesto Ortiz González y Roque Cuauhtémoc Reynoso García ejecutaron la sentencia 249/97 de restitución de tierras en favor del núcleo ejidal encabezado por Félix Edmundo Solís Pérez, Ignacio Ortiz Vázquez y Pablo Miguel Ortega Ayala. La abogada de los ejidatarios, Bárbara Zamora López consideró que “este es un gran logro del pueblo de Tepoztlán” (sobre el poder económico y político del expresidente Salinas). Dijo: “la lucha fue difícil”. A Salinas se le acabó la fuerza, ya no era presidente…

Veinte años más tarde Tepoztlán es escenario de un caso mediático que involucra a la política, y otra vez el móvil es la tierra. Los contendientes son el senador morenista Gerardo Fernández Noroña y una parte de los ejidatarios tepoztecos. Como la manzana de la discordia aparece una residencia de mil metros cuadradas con valor de doce millones de pesos adquirida por Noroña. El pasado fin de semana, el senador del partido Morena aseguró que cuenta con escrituras, y mientras en su cuenta de X volvió a llamar de “armas cortas” al alcalde de Tepoztlán, Perseo Quiroz Rendón, un grupo de comunero se manifestó en las afueras de la residencia del propio senador. Pero Noroña no se acobardó, y escribió: “Esa casa tiene 16 años de construida, consta de escrituras, y es una lástima que armas cortas use a la gente de esa manera. Su golpeteo no les servirá de nada”…

Es sabido que Gerardo Fernández Noroña no tiene pelos en la lengua. El 24 de septiembre de 2009, durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón y entonces diputado por el PT, Noroña encaró en la Cámara de Diputados al secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna. Se paró enfrente de éste, lo señalo con el dedo y le gritó: “¡asesino, eres un asesino!”, aludiendo su responsabilidad en la estrategia de seguridad de Calderón que desató una ola de asesinatos en el país…

García Luna no es ajeno a la historia negra del estado de Morelos. Una de las propiedades ligadas a él es el restaurante llamado “Los Cedros” o “Chelis” que, cerrado al público hace años, está o estuvo registrado a nombre de su esposa Linda Cristina Pereyra Gálvez. Igualmente, una mansión ubicada en la privada Amate del fraccionamiento Pedregal de las Fuentes, en Jiutepec, descrita así: de color blanca, custodiada por una barrera de árboles, protegida por un convoy de camionetas blindadas y escoltas que se desperdigaban por el fraccionamiento cuando llegaba “el jefazo”. Esta quinta de fin de semana fue adquirida por García Luna en el inicio del sexenio de Felipe Calderón; costó varios millones de pesos que resultarían centavos comparada con la mansión en Miami de la que luego se hizo el ex secretario de Seguridad Pública de México. En marzo de 2003, la reportera de “Milenio” Jannet López Ponce la describió de esta manera: “Situarla en cualquier parte de México resultaría un palacio incosteable. Está valuada en 4.4 millones de dólares, rodeada de un lago y yates, con palmeras, piscina, elevador y hasta un cine en casa”. Es una mansión muy valiosa que Genaro García Luna compró en Miami y por la que el gobierno mexicano batalla para que Estados Unidos se la entregue. De acuerdo a la Unidad de Inteligencia Financiera, es una propiedad de 825 metros cuadrados que habría sido adquirida por García Luna mediante la triangulación de recursos públicos a través de contratos amañados que lo favorecieron en el sexenio del expresidente panista Felipe Calderón Hinojosa.

Recientemente, un video difundido en redes sociales exhibió a Felipe Calderón y a su esposa Margarita Zavala a bordo de un yate de lujo. El repudio a las imágenes que trascendieron el pasado mes de abril fue instantáneo. Difundieron la imagen de Calderón en el confort vulgar, vestido con una camiseta color azul tipo polo y sacudiendo unas sandalias de playa mientras su esposa apareció saliendo de la caseta del yate… (Me leen mañana).

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