Candidato de los partidos Acción Nacional y Socialdemócrata a la alcaldía de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado aprovecha la coyuntura, descubre el “misterio”, atribuye la falta de agua potable a la mala administración y la corrupción en el Sistema de Agua Potable de Cuernavaca, el SAPAC. Y deduce sesudo: por eso la gente bloquea las calles. ¡Vaya novedad! Mauricio Vega Chavaje, el abanderado del Partido Verde, presume que cuando fue director del SAPAC no dejó de pagarle a la Comisión Federal de Electricidad, que evitó cortes de luz en los pozos y no dejó de haber agua en las casas. (Quizá otro ex director del organismo acuífero tenga datos distintos). En el colmo del cinismo, el presidente foráneo de uno de los veintitantos partidos que participan en el juego electoral se rebanó el cerebro para hacer una declaración novedosa, inédita, atractiva. Jura y perjura que los candidatos del partido que encabeza desplegarán una campaña humana y cercana a la gente, “sobre todo a quienes menos tienen”. (¿Dónde hemos oído eso?). Días de campaña y de políticos vivales a los que la pandemia del covid les vino de perlas para holgazanear con mayor hueva, a menos de tres meses de que las y los diputados de la actual Legislatura estatal dejen de serlo, se hallan pendientes de ser dictaminadas unas 100 iniciativas de ley. Suspendida el miércoles la reunión de la Comisión de Puntos Constitucionales y Legislación, sucedió por quinta vez pues no hubo quórum. Culpa de las diputadas que no sesionan pero siguen en la nómina, legisladoras aviadoras que no trabajan pero sí cobran, pretenden ser reelectas y mientras tanto el pueblo les paga porque anden en campaña. Falsas seguidoras de la 4-T, su apetito presupuestal es desvergonzado: Erika García Zaragoza, Ariadna Barrera Vázquez, Alejandra Flores Espinoza, Dalila Morales Sandoval, Xochiquétzal Sánchez Ayala, Tania Valentina Rodríguez Ruiz y Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, los dos últimos de los cuales se autoasignaron las primeras posiciones de las listas de plurinominal del PT y el PES, respectivamente… ¿Conocen los candidatos los problemas de Cuernavaca? La gran mayoría no, comprobable por visible la ignorancia supina de los candidatos y dirigentes partidistas fuereños. Los grandes problemas (vialidad, contaminación, inseguridad, desempleo…) comenzaron a acentuarse a mediados de los ochenta, como efecto de la inmigración de familias distritofederalenses huyendo de los sismos de septiembre de 1985. Crecieron de manera exponencial y hoy afectan la calidad de vida de más de un millón de habitantes de los municipios conurbados del valle de Cuernavaca. Juntos, Cuernavaca, Jiutepec, Emiliano Zapata, Temixco y Xochitepec generan montañas de basura. Uno al oriente y otro al sur, Yautepec y Xochitepec acabaron literalmente pegados en el valle de concreto cuyas dimensiones sólo son apreciables sobrevolándolo, ya no admirándolo por las noches desde el mirador de la autopista México-Cuernavaca, como era posible verlo hace relativamente pocos años. Donde hasta los setentas hubo campos de arroz, caña, maíz y flores “sembraron” casas, calles y carreteras, sustituyendo el rojo de los tabiques y el negro del asfalto al verde de la naturaleza. Ruteros y taxistas acabaron siendo dueños de calles, avenidas y bulevares, legales porque sus dueños tienen concesiones y “piratas” tolerados por la autoridad asociada a “líderes” de transportistas transas en un negocio de corrupción negado por la autoridad pero evidente. Perdido el clima envidiable de Cuernavaca, aunque pequeño el territorio de Morelos, el aproximado de cuatrocientos mil vehículos pone su parte al calentamiento global. Por eso el calor que no hacía antes, y la cotidianidad de conflictos viales… (Me leen después).

Por José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com 

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