A las que serán realizadas el próximo 6 de junio se les han llamado las elecciones más grandes de la historia (de México). Sólo por lo que corresponde a Cuernavaca, hay más de 500 candidatos registrados en las planillas de 22 partidos que contenderán por los puestos en el cabildo de Cuernavaca.

En Morelos se votarán cargos de diputaciones locales y ayuntamientos, así como diputados federales. Sólo en las boletas de la elección de presidente municipal de la capital, el ciudadano se encontrará con los logotipos y nombres de poco más de una veintena de partidos y otros tantos candidatos. Imposible conocerlos y contarlos a todos, ignorados desde ahora por los cuernavacenses ocho o nueve de cada diez de los partidos nuevos que seguramente perderán el registro electoral. Será la primera elección a la que concurran, de debut y despedida, y de hecho no contendrán pues para poder competir con alguna posibilidad de éxito no tienen nivel. Kilométrica la lista de partidos y candidatos, el cuernavacense común sólo conoce de nombre a algunos y a muy pocos de manera personal.

¿Qué no? Haga el lector el ejercicio de ponerle una “palomita” a los nombres de los que sí conoce: José Luis Urióstegui Salgado, por el PAN-PSD; Cipriano Sotelo Salgado (PRI), Jorge Arizmendi García (PRD), Mauricio Vega Chavaje (Verde Ecologista), Francisco Villalobos Adán (PT), Jorge Matar Vargas (Movimiento Ciudadano), Jorge Arturo Argüelles Victorero (Morena-PES-Panal), José Antonio Martínez Cué (Redes Sociales Progresista), Sergio Estrada Cajigal (Fuerza por México), Ariosto Genel García (Partido Humanista), Matías Nazario Morales (Movimiento Alternativa Social), Luis Alberto Salas Catalán (Por la Democracia en Morelos), Graciela Reyes Millán (Morelos Progresa), José Alfredo Salgado Salgado (Bienestar Ciudadano), Noé Ovalles Contreras (Futuro, Fuerza, Trabajo y Unidad por el Rescate), Gerardo Gómez Borbolla (Fuerza Morelos), Diego Miguel Gómez Henríquez (Más Más Apoyo Social), Honorina Estrada Macedo (Renovación Política Morelense) y Carlos González García (Armonía por Morelos).

Se decía antes: no los conocen ni en su casa a la hora de comer, y tan es así, que los nombres de los que hayan causado baja pasan igualmente desapercibidos. Los candidatos (as) conocidos de nombre o personalmente resultan la minoría por varias razones, entre otras, porque han estado en la vida pública de la ciudad o el estado las últimas décadas, o porque en el pasado viejo o reciente desempeñaron cargos de gobierno y de representación popular.

Tienen esta ventaja Sergio Estrada, el primer alcalde de Cuernavaca y primer gobernador de Morelos panista; José Luis Urióstegui, ex procurador de justicia; Jorge Arizmendi, ex diputado local y empresario de la educación privada; Matías Nazario, ex diputado local y federal; Antonio Villalobos, el actual presidente municipal de Cuernavaca; Jorge Arturo Argüelles, actualmente diputado federal no por el distrito con cabecera en Cuernavaca, sino en Jojutla, pero con el hándicap de ir por Morena, lo que paradójicamente lo convierte en el peor candidato social del mejor partido político.

Una abundancia inédita de partidos, cargos y candidatos que hará diferente la jornada comicial del 6 de junio. También le dará un toque distintivo el número de electores de la lista nominal, un millón 476 mil 703, pero sobre todo lo inédito de los tiempos de la pandemia del Covid-19 que han hecho todo distinto, incluidas las campañas, esta vez 99 por ciento virtuales y casi nada presenciales. Y por estos días, la realidad palpable de mucho menos contagios y decesos gracias a la continuidad de las jornadas de vacunación, como la que ayer arrancó en la colonia Lagunilla para personas mayores de 49 años con el respaldo logístico del equipo del alcalde “Lobito” y el apoyo del IMSS… (Me leen después).

Por: José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com 

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