El 5 de junio de 2025, minutos antes de la medianoche, la tranquilidad de Tacámbaro, Michoacán, fue interrumpida por un ataque armado que cobró la vida de Salvador Bastida García, presidente municipal, y su escolta, Pastor Cortez Álvarez. El hecho, ocurrido al llegar a su domicilio, ha sacudido a la comunidad y puesto en el centro del debate los nexos del edil con el crimen organizado, específicamente con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Detalles del ataque
El ataque tuvo lugar en la calle Fuerte de Loreto, en la colonia Centro de Tacámbaro, cuando Bastida y su escolta viajaban en una camioneta Ford, tipo pick-up, de doble cabina. Según reportes de la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE), los agresores, aún no identificados, dispararon contra el vehículo. Pastor Cortez Álvarez, agente de la Guardia Civil, murió en el lugar, mientras que Salvador Bastida, gravemente herido, fue trasladado al hospital María Zendejas, donde falleció poco después. La FGE ha iniciado las investigaciones para esclarecer los hechos, desplegando un operativo con fuerzas federales para dar con los responsables.
Perfil de Salvador Bastida García
Salvador Bastida García, conocido como "Chavo" Bastida, nació el 31 de julio de 1970 en El Durazno, Tacámbaro. Con una larga trayectoria política, fue alcalde de Tacámbaro entre 2008 y 2011, representando al PRI. En 2024, regresó al cargo tras ganar las elecciones como candidato de la coalición Morena-PT-PVEM, asumiendo el 1 de septiembre de 2024. Su gestión, sin embargo, enfrentó controversias, especialmente por investigaciones relacionadas con el crimen organizado.
Nexos con el CJNG: investigación y controversia
En noviembre de 2024, la Fiscalía General de la República (FGR) inició una investigación contra Bastida y otros funcionarios del ayuntamiento, incluyendo a Edgar Flores Silva (director de Seguridad Pública), Gabriel Villaseñor (subdirector) y Raudel Campos (tesorero, quien renunció el 23 de noviembre de 2024 tras ser vinculado a un caso de trata de personas en Estados Unidos). La investigación se centraba en presuntos vínculos con el CJNG, acusando a Bastida de haber mantenido "reuniones consensuadas" con miembros del cartel. Aunque Bastida negó públicamente estas acusaciones, las investigaciones seguían abiertas al momento de su muerte, y no se han revelado conclusiones oficiales. Esta situación ha generado controversia, especialmente en un contexto de creciente violencia en Michoacán, donde operan grupos delictivos como el CJNG y La Nueva Familia Michoacana, ambos considerados organizaciones terroristas por el gobierno de Estados Unidos.
Reacciones oficiales y políticas
El gobierno municipal de Tacámbaro confirmó el asesinato a través de su página oficial en Facebook, expresando su consternación y reafirmando su compromiso con la paz y la seguridad. "Hemos solicitado el apoyo de las instituciones correspondientes para esclarecer este doloroso acontecimiento y asegurar que se haga justicia", señaló el comunicado. Además, el ayuntamiento suspendió clases y actividades públicas como medida de duelo y seguridad.
El Partido del Trabajo (PT), aliado político de Morena, condenó el asesinato y urgió a las autoridades de seguridad pública en Michoacán a tomar acciones contundentes contra los homicidios. Reginaldo Sandoval, coordinador de los diputados del PT, calificó el atentado como "un agravio intolerable contra la vida democrática y el Estado de derecho en Michoacán", y expresó su solidaridad y condolencias a las familias de las víctimas, así como a los colaboradores y al pueblo de Tacámbaro.
Hasta el momento, Morena, el partido al que pertenecía Salvador Bastida, no ha emitido una declaración oficial específica sobre el asesinato, a pesar de su relevancia. Esta ausencia de pronunciamiento ha generado críticas y ha resaltado tensiones dentro del panorama político local, especialmente considerando las acusaciones previas contra el edil.