San Mateo Piñas, Oaxaca, 15 de junio de 2025. — La violencia política volvió a sacudir a Oaxaca. Este domingo, la presidenta municipal de San Mateo Piñas, Lilia Gema García Soto, fue asesinada al interior del palacio municipal de esta localidad ubicada en la región de la Costa. En el ataque también perdió la vida Eli García Ramírez, representante de la comunidad de Agua Caliente.
De acuerdo con los primeros reportes, el crimen ocurrió alrededor de las 11:00 de la mañana, cuando sujetos armados, encapuchados y a bordo de una motocicleta, irrumpieron en las instalaciones del palacio municipal. Los agresores se dirigieron directamente al despacho de la edil y abrieron fuego, provocando la muerte inmediata de ambas víctimas.
Durante el atentado, dos elementos de la policía municipal también resultaron heridos por impactos de bala y fueron trasladados de urgencia a un hospital cercano. Hasta el momento, no se ha informado de manera oficial sobre su estado de salud.
El hecho ha generado indignación a nivel estatal y nacional. El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, condenó los asesinatos a través de su cuenta oficial de X (antes Twitter), donde aseguró que “no puede haber impunidad ante este acontecimiento” y prometió trabajar en conjunto con la Fiscalía General del Estado para esclarecer los hechos y hacer justicia.
En respuesta inmediata, el Gobierno de Oaxaca activó un operativo especial coordinado por el Gabinete de Seguridad en conjunto con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Fiscalía General del Estado (FGEO) y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), para localizar y detener a los responsables.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca ya inició la investigación correspondiente por el delito de homicidio y ha encomendado las diligencias a la Vicefiscalía Regional de la Costa. Según las primeras indagatorias, Eli García se encontraba en una reunión con la presidenta municipal para tratar gestiones de infraestructura en su comunidad cuando ocurrió el ataque.
Con este nuevo hecho de sangre, se encienden nuevamente las alertas sobre la violencia que enfrentan autoridades locales en diversas regiones del país, especialmente aquellas relacionadas con la defensa de intereses comunitarios y el ejercicio del servicio público en zonas de alta conflictividad.