La historia de México está marcada por momentos de lucha y resistencia, y la música ha servido como un medio para mantener viva la memoria de estos hechos. Una de las canciones que más han resonado en este sentido es “Antes de que nos olviden” de Caifanes, cuya letra y significado son asociados con la matanza de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968.
Aunque la canción no menciona directamente este suceso, su mensaje sobre la memoria y la justicia ha hecho que sea adoptada como un himno de resistencia. Frases como “Antes de que nos olviden, haremos historia” evocan el recuerdo de aquellos que fueron víctimas de la represión.
La relación entre esta canción y la tragedia ocurrida en la Plaza de las Tres Culturas, se convierte en un símbolo de protesta contra la impunidad y el olvido. Además, el mismo Saúl Hernández lo confirma y explica además que esa canción se basó en el recuerdo que tiene de cuando su hermana llegó a casa después de la movilización del 2 de octubre,
“Vi a mi hermana muy asustada que llegó llorando, mi mamá la abrazo, luego mi papá corriendo a la gente… (lo recuerdo) como algo muy extraño, muy feo; luego ese recuerdo se va automáticamente a muchos años después y compongo ‘Antes de que nos olviden’, empecé a escribir y a escribir y salió en 10 minutos y de ahí la frase de ‘antes de que nos olviden, haremos historia, el alma no tiene la culpa, no andaremos de rodillas'”, declaró Saúl en una entrevista.
“Antes de que nos olviden” ha trascendido la música y se ha convertido en un recordatorio de las injusticias cometidas, consolidándose como un himno.