Se llevó a cabo el cierre del taller de teatro ciego, el cual fue dirigido por Erick Cruz, en la sala Manuel M.
Ponce del Centro Cultural Jardín Borda y con el apoyo de la Secretaría de Turismo y Cultura y la Dirección General de Museos y Exposiciones.
Alumnos del taller presentaron la obra “La piedra de la felicidad”; sin embargo, en esta ocasión la experiencia fue diferente para los asistentes, ya que antes de entrar a la sala recibieron la indicación de cubrirse los ojos con una mascada.
La función comenzó y los asistentes vivieron la experiencia de disfrutar la obra de teatro a ciegas, con el fin de crear el mismo contexto entre el público y los actores, quienes también llevaron a cabo su trabajo con una venda en los ojos, por lo que la experiencia fue diferente para todos.
El teatro ciego es un tipo de representación escénica que se caracteriza por llevarse a cabo en un espacio total y absolutamente oscurecido.
Al estar inmersas en un espacio sin luz, las personas se ven obligadas a percibir la realidad desde otro lugar, con otra magnitud.
Al finalizar la puesta en escena, hubo un diálogo entre el director, los actores y el público, compartiendo la experiencia vivida, todo esto con el fin de crear empatía con las personas débiles visuales y ciegos: “Ponerte un poco en los zapatos del otro, es lo que esperamos con esta obra, para tratar de entender la realidad de las personas ciegas”, aseguró Erick Cruz.
Patricia Díaz y Bertín Cárdenas.
Cultura incluyente
Alumnos del taller de teatro ciego presentan la puesta en escena “La piedra de la felicidad”
Función escénica
Mariela Carnalla, Ricardo Castro, Ángeles Hernández y Guadalupe Ortiz.
Magdalena Gas, Ángeles de la Fuente y María del Carmen González.
Consuelo García, Mary Hernández, María Luisa Coello y Guillermina Alvarado.
Diana Ávila y Diana Cruz.
Por: Brenda Camacho / sociales@diariodemorelos.com