En 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó las caídas de personas mayores como uno de los accidentes más frecuentes, con una cifra alarmante de 684,000 caídas mortales a nivel global. Este problema de salud pública no solo afecta a la persona, sino también a su entorno familiar y a los servicios de salud, de acuerdo a la Dra. María Guadalupe Ruelas González, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
La Dra. Ruelas advierte que las caídas en adultos mayores pueden tener graves consecuencias a largo plazo, desde lesiones severas como traumatismos cerebrales o fracturas de cadera, hasta la pérdida de movilidad, el deterioro cognitivo e incluso la muerte. Subrayó que en este grupo de edad, la recuperación suele ser más lenta y compleja.
Además de las lesiones físicas, la especialista destacó el “síndrome de postcaída”, un trastorno psicológico donde el miedo a caer de nuevo limita la movilidad de la persona, llevándola a un aislamiento que agrava su estado de salud.
La mayoría de estos accidentes ocurren en el hogar. Enfatizó la necesidad de adaptar los espacios para la seguridad de adultos mayores, sugiriendo medidas como mantener el orden, instalar agarraderas en baños y evitar pisos resbaladizos.
Para prevenir estos incidentes, recomienda no limitar la movilidad de los adultos mayores, fomentar la actividad física, y asegurar revisiones médicas constantes. En caso de una caída, es fundamental que un especialista evalúe la gravedad de la lesión para garantizar una atención adecuada.
