La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que cada año mueren alrededor de 300 mil personas por ahogamiento en todo el mundo. La mayoría de estas tragedias ocurre en países con bajos ingresos, donde factores como la pobreza y la falta de acceso a medidas preventivas agravan el problema.
Según el informe, más de la mitad de las muertes (57%) corresponden a niños y jóvenes de entre 0 y 29 años, quienes corren mayor riesgo al no contar con supervisión adecuada, habilidades para nadar o conciencia del peligro al estar cerca del agua.
Aunque desde el año 2000 la tasa mundial de ahogamientos ha bajado un 38%, pasando de 6.1 a 3.8 muertes por cada 100 mil habitantes, la OMS considera que no es suficiente para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con salud, educación y reducción de desigualdades.
“La mayoría de estas muertes se pueden prevenir”, señala la OMS, que insiste en la necesidad de políticas públicas, programas de enseñanza de natación, infraestructura segura y supervisión activa, especialmente en zonas de riesgo.
El organismo subraya que el ahogamiento es una crisis silenciosa, pero prevenible, que sigue cobrando miles de vidas cada año.