El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, lanzó una llamada de alerta urgente en vísperas de la cumbre del G20, instando a los líderes mundiales a abordar una crisis climática que está "fuera de control". En un discurso en Nueva Delhi, donde se lleva a cabo la cumbre del G20 presidida por India, Guterres destacó la necesidad de reformar las obsoletas y desequilibradas normas financieras globales.
Guterres subrayó que "la crisis climática está empeorando de forma dramática", y enfatizó que la respuesta colectiva actual carece de la ambición, la credibilidad y la urgencia necesarias para hacer frente a esta amenaza global.
Uno de los principales llamados de Guterres al G20 fue el compromiso de mantener vivo el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius, como se estableció en el Acuerdo de París de 2015. Esto implica esfuerzos adicionales por parte de los principales emisores para reducir las emisiones y el respaldo de las naciones más ricas a las economías emergentes en esta tarea.
El Pacto de Solidaridad Climática propuesto por Guterres plantea la ambición de lograr emisiones netas cero por parte de los países desarrollados hacia 2040 y de las economías emergentes hacia 2050. Además, busca la eliminación gradual del uso del carbón para 2030 en los países de la OCDE y para 2040 en el resto del mundo.
El líder de la ONU destacó el papel fundamental del G20 en este contexto, ya que estos países son responsables del 80% de las emisiones globales. Enfatizó que medidas insuficientes no serán suficientes para evitar una catástrofe climática.
Guterres también instó a los líderes del G20 a comprometer un estímulo económico de al menos 500 mil millones de dólares al año para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, subrayando la importancia de abordar no solo la crisis climática, sino también los desafíos económicos y sociales.
Además, el secretario general de la ONU criticó la arquitectura financiera mundial como "anticuada, disfuncional e injusta", y enfatizó la necesidad de una reforma estructural profunda, al igual que la necesidad de reformar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En resumen, Guterres hizo un llamado urgente a la acción global coordinada para enfrentar la crisis climática y promover una reforma profunda en las instituciones financieras y políticas internacionales para abordar los desafíos del siglo XXI.