Cuernavaca, Morelos.- El trabajo conjunto e incluyente es lo que caracteriza a ‘Resiliente’, la primera cafetería en Cuernavaca atendida por personas con discapacidad intelectual y auditiva. El proyecto fue impulsado por jóvenes morelenses y buscan involucrar a más hombres y mujeres en la preparación de alimentos y productos que serán puestos a la venta en el lugar.
El fin de semana fue inaugurado este espacio que se encuentra en la parte alta del Cine Morelos, en Cuernavaca, decenas de personas acudieron a la apertura para conocer y apoyar a los emprendedores.
Previo al corte de listón inaugural los titulares del proyecto, Débora Macedo y Marco Santos, dieron una explicación sobre cómo surgió la cafetería, detallaron que desde hace algunos años han trabajado en espacios de distintos puntos de la entidad con el fin de beneficiar a la ciudadanía que tiene pocas oportunidades.
Las personas que trabajan en ‘Resiliente’ son estudiantes del Centro de Atención Múltiple (CAM) número 24, quienes se capacitaron por varias semanas para comenzar sus actividades laborales.
“En nuestra plantilla tenemos a cinco chicos que tienen discapacidad intelectual, cuatro personas sordas y hemos involucrado a otros jóvenes en la elaboración de productos para vender en este lugar, tenemos a un matrimonio con discapacidad auditiva que van a ser los proveedores de pasteles, pero también otros chicos del CAM van a vender sus productos como mermeladas, dulces típicos y otros”, precisó Débora Macedo.
Uno de los objetivos en este espacio es que las personas que asistan tengan conciencia y puedan interesarse en aprender lengua de señas, en cada mesa cuentan con plantillas del abecedario en señas, y otras infografías con diferentes discapacidades.
Además de este espacio, los titulares de ‘Resiliente’ tienen una cafetería que brinda becas alimenticias a jóvenes de escasos recursos, en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), en Jojutla cuentan con otro espacio en el que con las ganancias brindarán alimentación a niños jornaleros.
José Azcárate
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