El obispo de la Diócesis de Cuernavaca Ramón Castro Castro, llamó a la feligresía a permanecer en Cristo para dar un fruto dulce, bueno y abundante.
Durante su mensaje dominical monseñor Ramón Castro pidió a la comunidad católica reflexionar sobre la palabra de San Juan que dice “al que da frutos lo poda para que dé más frutos”, aseguró se trata de una reflexión para la vida, “a veces no entendemos esa parte de ‘poda’, nos da pena tomar un instrumento y cortar, cuesta trabajo que nos poden porque implica el desapego; el corte pareciera que no podemos vivir sin un hermoso follaje, nuestros caprichos son hojarascas y así vamos por la vida acumulando cosas y dispersándonos en muchas realidades, sobre todo diversiones.
El obispo consideró que en la vida siempre es necesario hacer un corte purificador y liberador porque al quitar el follaje se logra el fruto deseado, “sea a través de la renuncia, la enfermedad o el fracaso es ahí cuando el señor nos está podando, para que la savia se concentre y de un fruto abundante, es importante que no nos quejemos cuando venga esa poda en la vida que puede presentarse en diferentes situaciones, incluso en la muerte de un ser querido”.
Monseñor Ramón Castro destacó que estas ‘podas’ permiten al ser humano dar un fruto abundante a través del amor, respeto, justicia, compasión o servicio, “si hoy nosotros nos preguntáramos qué fruto está dando la sociedad actual creo que está dando frutos amargos con toda la violencia e inseguridad que crece día a día, y desafortunadamente nos vamos acostumbrando”.
Finalmente, lamentó que es triste que muchas familias tengan que pagar el derecho de piso, “es lamentable que tanta gente sencilla y humilde tenga que trabajar para la mafia, esos son frutos tan amargos, por eso tratemos de dar un fruto dulce, abundante y bueno”.