La última que se aventó “Alito” debería ponerlo de patitas en la calle, fuera de la presidencia del PRI. Propuso que el gobierno autorice armas de alto poder en casas, oficinas y comercios de México, “para que las personas se defiendan de la delincuencia”. Una locura como en Estados Unidos, donde frecuentemente sujetos desquiciados armados con fusiles automáticos disparan a multitudes y asesinan a gente inocente. Estúpida, su declaración no le sirvió a Alejandro Moreno Cárdenas como “estrategia” para atenuar la andanada de los ex presidentes del propio partido que llevan semanas exigiendo su destitución, entre otros, el coordinador de los senadores priistas, Miguel Ángel Osorio Chong, Dulce María Sauri, Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones, César Camacho, Claudia Ruiz Massieu y Pedro Joaquín Coldwell. ¿Qué efectos ha tenido este tema en Morelos? Ninguno. Los únicos diputados que el PRI conserva en Morelos, Alberto Sánchez Ortega y Eliasib Polanco Saldívar, lo son por obra y gracias de su amigo “Alito”, pero aunque los motivara el agradecimiento no le han expresado públicamente su apoyo. “Alito” ha resultado ser un eficaz aliado mediático de Morena.
LAS INUNDACIONES de septiembre del año pasado serán recordadas como unas de las más trágicas. En Tlayacapan se desbordó la barranca Tepanate, murieron cinco personas y resultaron afectadas 60 viviendas. Zacatepec: las lluvias dañaron 43 viviendas en las colonias Pozo Honda, Paraíso, 20 de Noviembre, Emiliano Zapata, Benito Juárez y el centro. Cuautla: un aproximado de mil 300 viviendas de 15 colonias resultaron con daños severos, y en la Ex Hacienda El Hospital 200 habitantes lo perdieron todo. Jiutepec: copiosas como pocas veces, las lluvias dañaron 25 casas en la colonia Vicente Guerrero y desgajaron una gran roca en la colonia Independencia. Yautepec: afectados siete establecimientos comerciales y 245 viviendas, sucedió porque al menos en nueve colonias hubo inundaciones tras el desbordamiento de barrancas. Pero esos sólo fueron algunos de los municipios afectados, también Tlayacapan, Ayala, Cuautla, Cuernavaca, Jiutepec, Zacatepec, Puente de Ixtla, Jojutla y Yecapixtla. La emergencia causada por las inundaciones y los jaloneos políticos hacia el paquete económico 2022 del Gobierno del Estado se dieron en el contexto de la nueva Legislatura. Mientras el presidente de la Mesa Directiva, Francisco Erick Sánchez Zavala, advirtió que “es necesario destinar los recursos sin tanta burocracia”, el titular de la Comisión de Hacienda, Agustín Alonso Gutiérrez, reveló que estaba “atorada” la propuesta del Legislativo para asignar el 25 por ciento del total de las participaciones federales a los municipios, tres puntos más del 22 que pretendió el Ejecutivo. Todo lo cual trajo a la memoria la inundación más grande de Yautepec, donde en agosto de 2009 el caudal rebasó los diez metros sobre las orillas del cauce. De las 11 de la noche del martes 25 a las 4 de la mañana del miércoles 26 de agosto la intensa lluvia y el torrente acumulado desde Los Altos de Yautepec produjeron una “crecida histórica” que superó los 10 metros. A lo largo de cinco horas cayeron 108 mil litros (o 108 metros cúbicos) por segundo que inundaron dos mil casas, el Mercado Municipal, cientos de comercios en el centro de la población así como una veintena de escuelas. Mientras en el centro el lodo alcanzó quince calles que quedaron cubiertas por 60 centímetros de lodo, nueve colonias fueron presas del desastre. Cuatro años después, en el sur del estado el desbordamiento del 14 y el 15 de septiembre de 2013 en el río Amacuzac fue considerado como “histórico”, pues dejó en seis comunidades de ese municipio, de Puente de Ixtla y Jojutla a decenas de familias sin hogar, pérdidas de ganado, cultivos y múltiples averías en caminos y carreteras… A veces calamitoso, agosto acerca a septiembre que suele presentarse con truenos, relámpagos e inundaciones. Ojalá esta vez no… (Me leen mañana).
Por: José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com