Talón de Aquiles, el tema de la deuda del Ayuntamiento de Cuernavaca con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) data de los noventa y hasta un poco más atrás del siglo pasado. Manuel Martínez Garrigós, Jorge Morales Barud, Cuauhtémoc Blanco Bravo apoquinaron pagos parciales, les cortaron la luz a las bombas de los pozos, firmaron convenios que cumplieron a medias, hicieron lo que pudieron o quisieron pero al final ninguno se puso a mano. La “droga” engordó y pinta para obesa. Antonio Villalobos Adán ha pagado los “abonos” que ha podido y, flacas las finanzas de la capital, resulta una falacia de campaña la promesa del candidato a la alcaldía que se presume moreno pero es un cara pálida del norte. Afirmando que él sí saldará la deuda histórica, se burla de la gente; dice que pagará pero no explica cómo ni de dónde planea obtener el recurso, si con apoyo del gobierno federal, lo que es imposible pues cientos de alcaldes exigirían condonaciones, o por medio de un nuevo crédito bancario, lo que despertaría la sospecha de un negocio por corrupción. El típico callejón sin salida… Lo que no sucede en Jiutepec. Rafael Reyes Reyes es uno de los pocos o el único alcalde morelense que no le debe a la CFE. Por eso puede garantizar el abasto de agua a los habitantes de Jiutepec, y también porque se la ha pasado perforando y equipando pozos Ejemplos: En septiembre de 2019, el Sistema de Conservación, Agua Potable y Saneamiento de Agua de Jiutepec inició la perforación de un pozo grande para las colonias Joya del Agua de Jiutepec, Ampliación Calera Chica, Huizachera, La Laja, Miguel Hidalgo, Vista Hermosa y Villa Santiago. Un mes después, Reyes comprobó el avance de la perforación del pozo que aumentó la presión del vital líquido en el centro de la cabecera municipal. Y así por el estilo en numerosos puntos de Jiutepec. Candidato de Morena para ser reelecto, en un recorrido por calles de la colonia Tlahuapan, tras garantizar a vecinos el abasto de agua potable en Jiutepec entre 2022 y 2024, aseguró que logrará el 99% de la cobertura del líquido indispensable con mil 400 nuevas tomas. Una situación que en Cuernavaca da envidia de la buena, de manera directa a los habitantes de las colonias donde últimamente no les ha caído ni gota, apagadas las bombas porque les cortaron a la luz, creciente el adeudo del SAPAC con la CFE que ronda los 240 millones de pesos, aproximadamente, la sexta parte del presupuesto 2021 de la Comuna citadina, que es de 1,408 millones de pesos, de los cuales la mitad es para el pago de nómina de trabajadores activos y pensionados. Dado lo cual Villalobos le podría decir a Manuel Bartlett: debo, no niego; pago no tengo… Y si la primera dosis de la vacuna anti covid da tranquilidad a quienes la reciben, la segunda resulta una delicia. Los vacunados por segunda vez duermen mejor, sonríen más, hacen planes que antes de ser doblemente inoculados no visualizaron, se sienten bien y en sus entornos familiares están mejor. Las imágenes de las personas mayores de 60 años a las que les tocó la Pfizer son elocuentes, tomadas por estos días en la Unidad Deportiva Fidel Velázquez, la escuela primaria Narciso Mendoza de Amatitlán, la explanada de la colonia La Lagunilla, el campus Chamilpa de la UAEM y la secundaria número de Chipitlán. Comparada con hace un año, otra absolutamente distinta es la actitud de la generalidad de la gente. Poco a poco hemos venido escapando del covid, y de seguir así, en agosto los niños regresarán a clases. Sucederá, Dios mediante… (Me leen después).
Por José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com