Los accidentes se encuentran entre las primeras causas de muerte en menores de cinco años en Morelos, por ello es importante tomar medidas preventivas.
Durante vacaciones y fines de semana largos los accidentes se incrementan debido a que los menores pasan más tiempo en casa, por ello es necesario prepararse para disminuirlos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que un accidente es un acontecimiento fortuito, dañino, independiente de la voluntad humana, provocado por una fuerza exterior que actúa rápidamente y se manifiesta por la aparición de lesiones orgánicas o trastornos mentales.
Los accidentes más comunes que se registran en los hogares se encuentran ahogamientos, accidentes por vehículo automotor, obstrucción de la respiración, caídas, quemaduras, así como envenenamiento o intoxicaciones.
RECOMENDACIONES
La Secretaría de Salud estatal emitió recomendaciones básicas: no dejar recipientes con agua al alcance de los menores; no dejar solos a los niños en las albercas, playas o cuerpos de agua; utilizar chalecos salvavidas en balnearios o playas; cisternas y pozos debe contar con tapa segura y de preferencia bajo llave.
Al viajar en vehículo siempre usar el cinturón de seguridad; utilizar el asiento especial para menores de edad; enseñar a los niños a cruzar calles y avenidas; en caso de subirlos a bicicletas o motocicletas ponerles casco.
SUPERVISIÓN EN CASA
Cuando los menores están en casa siempre deben estar bajo la supervisión de un
adulto; no dejar a su alcance objetos pequeños que puedan introducirse a la boca; evitar que jueguen con bolsas de plástico; no permitir que brinquen en muebles; colocar barandales en escaleras; colocar protección en ventanas; no dejarlos jugar en azoteas.
No permitir que los menores entren en la cocina; no dejar los mangos de sartenes o cacerolas fuera de la estufa; evitar que los menores se acerquen a recipientes con agua caliente; colocar protección en contactos eléctricos; evitar que jueguen con cerillos, velas o cohetes; los medicamentos, productos de limpieza, venenos y raticidas deben estar fuera del alcance de los menores y debidamente etiquetados; no almacenar productos tóxicos y evitar estufas y braseros en habitaciones sin ventilación.