A CADA SANTO
le llega su día, cita el refrán, y ayer le tocó a los grupos feministas y defensores de derechos humanos de grupos vulnerables.
La presidenta de la Fundación Indígena por México observó que está bien que las feministas y asociaciones de mujeres organizadas demanden a los candidatos la firma de compromisos.
Pero criticó que, entre las mismas mujeres, integrantes de diferentes asociaciones, colectivas o agrupaciones, se golpeen, no se digan la verdad y su solidaridad y sororidad no se noten a la hora de ser requeridas.
Lo anterior, durante el “Encuentro Nacional Feminista celebrado en el Congreso del Estado ayer.
Aseveró que para impulsar la participación política de las mujeres, “tenemos que empezar desde la educación, ahí es dónde está (el problema), no venir a hablar de cursos sobre violencia; eso ya lo conocemos y qué hacemos; las violentamos más diciéndoles: estás siendo violentada, pero más allá de eso, no les damos nada”.
INTERPRETE.
José luis Urióstegui aceptó que “tanto la Federación, como el Estado y el Municipio deberíamos tener una mayor coordinación”, al responder sobre la ola de crímenes que ha crecido en Cuernavaca.
¿Quiso decir que ahora sí va a firmar con el Mando Coordinado?, ¿Ya se dio cuenta que haber puesto su propia línea de emergencias no ayuda a la población cuando tiene una emergencia?
Admitió que la violencia en la capital se trata de la delincuencia organizada que pelea por el territorio, y parece que le va ganado a Urióstegui y a la Policía Municipal, dirigida por Alicia Vázquez Luna.