El obispo emérito de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel, no se ha recuperado y, hasta el momento, no ha rendido declaración ministerial sobre los hechos en los que se vio relacionado, declaró el obispo de la diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro.
Monseñor Castro informó que el obispo retirado ya se encuentra bajo los cuidados de su familia, pero todavía no puede hablar bien “por tremendas drogas que le dieron” y, tanto la Iglesia como la Fiscalía están a la espera de que pueda ofrecer su versión de lo que le sucedió, aunque también podría reservarse este derecho, pero aún no ha manifestado nada al respecto, sostuvo el jefe de la Iglesia Católica en Morelos.
La versión oficial es que Salvador Rangel fue objeto de un secuestro exprés, en el que su o sus atacantes lo drogaron y lo abandonaron en un hotel de Ocotepec.
Sin embargo, una versión de la Comisión Estatal de Seguridad refirió que el miembro de la jerarquía católica habría ingreso voluntariamente al hotel, acompañado de otra persona.
Castro Castro defendió la teoría del secuestro exprés, en la medida que no haya otra versión por parte de la autoridad investigadora.