Varios restaurantes del primer cuadro de Cuernavaca se vieron obligados, ayer martes, a cerrar sus puertas por varias horas debido a que amanecieron con sus cisternas vacías y sin agua para lavar hasta los trastos. 

La presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Griselda Hurtado Calderón, dijo que la situación es insostenible, operativa y económicamente hablando, y exigió a las autoridades municipales que resuelvan el problema del desabasto del vital líquido. 

La empresaria del ramo señaló que, ante la falta de agua, los negocios pararon sus actividades hasta en tanto las pipas llegaron al Centro a llenar las cisternas. 

“Ahorita, en todo Rayón, hay pipas descargando agua”, dijo al referirse a la situación que se vivió ayer en los establecimientos que pararon actividades. 

La presidenta de la Canirac lamentó que la escasez en el Centro de la capital ya se esté “normalizando”, pues cada vez es más común ver carros-pipa entregando “pedidos”. 

“Eso es insostenible porque los habitantes y empresarios seguimos pagando al Sapac las cuotas bimestrales por el supuesto consumo de agua”, explicó. 

En su reclamo, la representante del sector gastronómico añadió que todas las autoridades, de los poderes Legislativo y Ejecutivo, deben involucrarse en la solución debido a que el problema afecta a todos los ciudadanos en conjunto. 

De manera general, los voceros, tanto del Ayuntamiento como del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (Sapac), han atribuido el problema a una deuda que arrastra el organismo y a los cortes de energía eléctrica en varios pozos. 

Sin embargo, la escasez en el primer cuadro no tiene una explicación, dijeron los empresarios afectados, “simplemente el agua no corre al abrir las llaves, o la presión con la que llega es insuficiente para abastecer cisternas y tinacos permanentemente”. 

Uno de los empresarios que ayer adquirió una pipa desglosó el gasto que hace de forma permanente: “la semana pasada pagamos 7 pipas; la anterior 6; de a $1,000 cada una. Este mes el recibo llegó por $25,000, ¡más 25 mil de pipas!”, señaló. 

La única explicación que varios de los afectados encuentran a la situación es que alguien está saliendo ganando con el desabasto.

ANTONIETA SÁNCHEZ /  antonieta.sanchez@diariodemorelos.com 
 

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