La historia de Snuppy, el primer perro clonado, es un hito significativo en el campo de la biotecnología y la genética.

Snuppy nació el 24 de abril de 2005 en Corea del Sur, en un laboratorio dirigido por el científico Hwang Woo-suk y su equipo en la Universidad Nacional de Seúl.

El nombre "Snuppy" es una combinación de "Seoul National University Puppy" (Cachorro de la Universidad Nacional de Seúl). Fue creado utilizando una técnica llamada transferencia nuclear de células somáticas (SCNT, por sus siglas en inglés), que implica tomar el núcleo de una célula somática (célula no reproductora) de un perro adulto y transferirlo a un óvulo sin núcleo, el cual luego se implanta en una madre sustituta para el desarrollo.

El anuncio del nacimiento de Snuppy en 2005 fue recibido con gran entusiasmo y expectación en todo el mundo. Sin embargo, poco después surgieron controversias en torno a la investigación de Hwang Woo-suk, incluidas acusaciones de fraude y manipulación de datos en otros estudios relacionados con la clonación. Estos problemas socavaron la credibilidad de Hwang y su equipo, aunque la clonación de Snuppy en sí misma se considera un logro legítimo.

Snuppy vivió en el laboratorio de la Universidad Nacional de Seúl, donde fue objeto de estudios científicos sobre clonación y genética.

En el año de 2008 usaron material genético de Snoopy para inseminar artificialmente a dos hembras que también fueron clonadas, como resultado de este experimento nacieron 20 cachorros de los cuales sobrevivieron 9.

En 2015, Snoopy murió a los 10 años a consecuencia de un cáncer. Tai,el lebrel afgano que donó sus células madre había fallecido a los 12 años a consecuencia también de un cáncer pero de otro tipo.

En el año 2017, se publicó un artículo científico titulado "Birth of clones of the world’s first cloned dog", donde se informó sobre el exitoso proceso de clonación de cuatro ejemplares utilizando el material genético de Snuppy. Los investigadores destacaron que el seguimiento clínico y molecular de estos "re-clones" a lo largo de sus vidas proporcionaría una oportunidad única para estudiar la salud y la longevidad de los animales clonados en comparación con sus donantes celulares.

Snuppy demostró que la clonación de perros era posible y abrió nuevas posibilidades en áreas como la medicina veterinaria y la investigación genética. A pesar de las controversias que rodearon a su creador, Snuppy sigue siendo un hito en la historia de la clonación animal.

La vida de Snuppy fue objeto de gran interés y atención en el mundo científico y en los medios de comunicación, ya que su clonación representaba un avance significativo en la tecnología de clonación de mamíferos.

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