La discriminación contra las personas afrodescendientes sigue siendo uno de los principales problemas a los que se enfrentan en pleno siglo XXI, señalaron participantes del foro “La participación política de las personas afromexicanas”, organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), en el que se concluyó que esta comunidad sigue relegada de la representación política.

El foro se realizó en el Museo de Arte Indígena Contemporáneo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) con la participación de la abogada electoral Perla Pedroza, la activista por los derechos de la comunidad afromorelense, Mildred Maluti Lúa, y el consejero electoral Isidro Añorve.

El objetivo del espacio organizado por el INE, en coordinación con el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), y el Programa Interdisciplinario Feminista (PIIAF), fue analizar lo que históricamente ha ocurrido con esta población y visibilizar la necesidad de que se le reconozcan plenamente su derecho a estar representada en los espacios en los que se toman decisiones.

Perla Pedroza destacó que gracias al movimiento de los afromorelenses para ser visibles, inició una lucha colectiva para lograr que las instituciones sean interculturales, con políticas públicas reales que rompan las barreras que han evitado que sean tomados en cuenta.

Por su parte, Mildred Maluti lamentó que a 500 años de que los africanos llegaron forzados a México, sigan siendo víctimas de una cultura que a nivel institucional, social y cultural, estereotipa, invisiviliza, excluye y margina, a personas racializadas de una vida con acceso a todos los espacios.

Dijo que a pesar de la reforma que finalmente los reconoció en la Constitución, falta mucho camino por andar, empezando por la eliminación de la discriminación, pues encuestas del INEGI confirman que los afrodescendientes son considerados como “extranjeros”, que sólo pueden desempeñar labores físicas y por su color de piel, no pueden conseguir un empleo en igualdad de condiciones que otra personas.

En tanto, Isidro Añorve expuso que por miedo a la discriminación y el racismo los afrodescendientes no se asumen como tales ante la sociedad, para no ser estereotipados, por lo que, en conclusión, para terminar con esta cultura, las instituciones deben avanzar en un nuevo modelo de política pública intercultural auténtica, que ponga fin a expresiones como “trabajas como negro”, como punto de partida, por ejemplo.

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