Zacatepec, Mor. – El 19 de mayo de 1985 quedó marcado como una de las fechas más amargas en la historia del fútbol morelense y nacional. Aquel domingo, el Club Zacatepec descendió a Segunda División tras caer 0-1 ante Necaxa en el Estadio Agustín “Coruco” Díaz, cerrando con un marcador global de 1-3 en la llamada liguilla del descenso de la temporada 1984-1985.

Con más de 18 mil aficionados abarrotando el estadio, la tensión se sentía desde el primer minuto. El equipo cañero llegaba con la necesidad de remontar, pero el gol de Necaxa no solo selló su destino, sino que también desató el caos.

Trifulca en la cancha y furia en las gradas

El pitazo final no trajo resignación, sino rabia. Jugadores de ambos equipos se liaron a golpes en una violenta trifulca que empañó el cierre del partido. Al mismo tiempo, la afición, herida por el descenso, irrumpió en la cancha y causó destrozos en el terreno de juego. Las imágenes de la cancha invadida y arrasada dieron la vuelta al país.

El fin de una era… y de un formato

Aquel episodio no solo significó la caída del Zacatepec, un equipo histórico que alguna vez fue protagonista en la máxima categoría. También representó el fin de las liguillas por el descenso en el fútbol mexicano, un formato que desapareció después de los lamentables hechos ocurridos en el “Coruco” Díaz.

Hoy, 40 años después, aquel 19 de mayo de 1985 sigue siendo recordado como una fecha negra para el deporte en Morelos. No solo por el descenso, sino por la forma escandalosa en que ocurrió. Para muchos, sería interesante revivir ese sistema competitivo —aunque con otras condiciones de seguridad—, pero la herida que dejó ese día aún arde entre la afición cañera.

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