La muerte del joven Liam David Marín Pineda, de 16 años, ha conmocionado a Colombia y ha puesto en el foco internacional la crisis de salud mental que enfrentan muchos adolescentes en el país. El trágico suceso ocurrió el pasado 10 de julio, cuando Liam saltó desde el viaducto César Gaviria Trujillo, a pesar de los esfuerzos de policías y bomberos por evitarlo.
Según reportes locales, el joven permaneció alrededor de media hora en el borde del puente, en un estado emocional crítico, mientras intentaban persuadirlo para que desistiera. Sin embargo, en un momento clave, Liam se lanzó al vacío, impactando fatalmente sobre una cuneta.
La tragedia generó un intenso debate en redes sociales, donde ciudadanos y expertos denunciaron la insuficiencia de los servicios públicos de apoyo psicológico disponibles en Colombia. Usuarios manifestaron que las líneas telefónicas y de mensajería gratuitas, diseñadas para brindar ayuda emocional, suelen responder con mucha demora o no atender adecuadamente las solicitudes, lo que puede agravar situaciones de crisis como la de Liam.
“Cuando pasé por algo similar, intenté comunicarme con todas las líneas de prevención y tardaron más de 24 horas en responder; estas líneas no funcionan”, comentó una usuaria. Otra añadió: “El apoyo es precario y limitado. Las citas psicológicas en mi EPS (Entidad Promotora de Salud) son cada tres meses y los controles son prácticamente imposibles”.
Colombia.
Un nuevo video salió a la luz mostrando los momentos finales de Liam Pineda, un joven de 17 años que, días atrás, tomó la trágica decisión de quitarse la vida,en el viaducto de Pereira.
El suceso causó conmoción.Liam: Un grito silencioso que nadie escucho a tiempo. pic.twitter.com/njkJCK9dDR
— Luis Sucesos (@Luissucesoss) July 13, 2025
Estos testimonios reflejan una realidad preocupante en Colombia, donde el Ministerio de Salud reporta que cerca del 45 % de los niños y adolescentes presentan signos de afectaciones en su salud mental. Por su parte, el Sistema Unificado de Convivencia Escolar indicó que el 23 % de los estudiantes han sido víctimas de acoso escolar.
El caso de Liam Marín es una llamada urgente a reforzar los sistemas de prevención y atención en salud mental, especialmente para jóvenes en riesgo, y a mejorar la eficacia de los servicios de apoyo para evitar que tragedias similares se repitan.