1. “En esta noche obscura ya no cabe posibilidad, de darle vida a nada, lo que muere, para siempre muerto está.
 Y duele tanto echar de menos, quise ser Gulliver...”.

Así le canta Miguel Bosé al NO a la vida.

Al NO que gritamos desesperados, cuando nos enfrentamos a la brutal realidad de la guerra y el crimen cotidiano.

“Un no que estalla en mil pedazos, un no que cae en el olvido, inútil pequeño y perdido”, refiriéndose a un NO, que a pesar de salir de las entrañas NO sirve para nada, porque el mundo no se detiene.
 Porque sigue su inclemente rutina, permitiendo que suceda, lo que no debería suceder.
 
La muerte de un hijo es una aberración.

 Locas, o como quiera que se nos llame desde el otro lado a las mujeres, las madres no deberíamos tener que llorar el resto de nuestras vidas, a quienes parimos.

 ¿Cuánto tardaron en tildar de loca a la madre de Fátima?

Hace semanas que escucho incesantemente esta composición del español Miguel Bosé porque me hace bien.

Me receto dosis de ca nción para aliviar de a poquitos mi “dolor de hijo”.

Le pongo palabras y música a lo que siento y al mismo tiempo pienso en Freud, quien bautizó esto que sucede con las expresiones artísticas como sublimación, explicando asimismo la breve transformación de un sentimiento en otro.

2.  La atroz muerte de la pequeña Fátima nos ha trastornado, nos ha tornado en otros, en otras-.

A hombres y mujeres por igual, aunque de diferente manera.

Y así es, porque estamos divididos.

Porque estamos confrontados.

Somos hombres y mujeres en terrible desacuerdo.

Sólo que las mujeres estamos dispuestas a parar el mundo social, familiar y económico el 9 de marzo, porque no podemos permitir más abusos sexuales, más violencia, más acosos, más amenazas, más maltratos por ser mujeres.

Ni una más.
Ni una menos.
Hoy gritamos un NO determinante.

Unas pintan puertas y se van contra los monumentos, otras se vuelcan en las redes sociales, pero todas hacemos lo que creemos que debemos hacer, cada una desde su trinchera.

Aullamos heridas “YA NO”.

A casi dos semanas del “UnDiaSinNosotras”, hasta hoy único en la vida pública del país muchas mujeres nos preguntamos qué va a ocurrir.

Seguramente se comentará mucho la ausencia de la mitad del mundo en las calles y en los medios de comunicación veremos vacíos y silencios inéditos.

Pero desgraciadamente también sabemos que nada va a cambiar.

¿Cambiaría si nos pusiéramos en huelga masiva durante días, si la afectación costara mucho más dinero del que han contabilizado que va a costar? No, labramos en tierra yerma.

Las leyes y las acciones sustantivas al respecto requieren de más tiempo y sobre todo voluntad y educación.

Por eso, muchas mujeres permitirán que sus parejas sigan abusando de ellas, porque así les enseñaron a ser amadas; muchas otras tendrán que seguir soportando insinuaciones incómodas en sus trabajos.

Las que transitan las calles y se suben al transporte público, tendrán que hacerlo de nuevo, pensando en que ojalá nadie las vea con esa mirada que a veces nos desnuda impunemente a las mujeres.

¿Y qué decir de las que se suben a un taxi aterradas? Hace un par de semanas me enteré de que a una querida amiga la violaron tres animales vestidos de hombres, después de tomar un taxi afuera de la estación Pullman de Morelos de Lomas de la Selva.

3.No, nada cambiará el “9M”, el día que en que nos vestiremos de negro y nos negaremos a la vida como la conocemos.

Y sin embargo esperamos que algo bueno suceda.

Yo, que hoy le canto a Fátima como a otras niñas asesinadas, espero una modificación de la consciencia, espero que quienes nos han maltratado y salen impunes a transitar por allí, se detengan porque ya NO estamos solas, porque contamos con nosotras.

Y no se trata de conocer nuestros derechos, ¿cuántas como Rosario Castellanos, expertas en el tema siguieron siendo abusadas, porque no sabían vivir de otro modo? Se trata de creérnoslos.

De creer que nos merecemos otro mundo.

Un amor no enfermo.

De sentir que somos la mitad del mundo esperando a que la otra mitad del mundo pueda comenzar a cambiar.
FIN.

Por: María Helena González / helenagonzalez@gmail.com

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp