Para la temporada 2022-2023, el turismo de bodas adquirió un nuevo rasgo: los novios redujeron el número de invitados, en promedio, pero aumentaron el glamour de su momento especial.
El vicepresidente de Turismo de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur), Donaciano Hernández Vega, señaló que hasta antes del confinamiento social que provocó la cancelación al cien por ciento de todos los eventos del turismo de romance, las bodas que se realizaban en los jardines de Morelos eran bastante grandes, de 200 invitados y más.
Hoy en día, en la reapertura y con la reactivación, comentó que “son bodas más pequeñas de 50 a 100 personas, pero con un gasto promedio mucho mejor”.
Eso significa, de acuerdo con el empresario, que los contrayentes están privilegiando el glamour de su evento, e invirtiendo más en la gama de servicios y detalles que las empresas que participan del segmento les ofrecen.
Por ejemplo, uno de los más importantes jardines de eventos sociales en Jiutepec inició el proyecto de reproducción de mariposas blancas, las cuales ofrece dentro de sus paquetes de bodas para que los invitados de los novios las liberen al término de la ceremonia religiosa, con el mismo significa de prosperidad que el tradicional arroz.
Hernández Vega señaló que el toque sofisticado que las empresas están dando a los eventos se ha conseguido con capacitación constante para la mejora continua y los resultados están empezando a notarse.
Este 2023 dijo que esperan que sea de consolidación del turismo de romance, en el que Morelos es pionero.
“Nos hemos especializado mucho en este segmento y afortunadamente tenemos una buena proveeduría local y esto nos está llevando a tener un muy buen posicionamiento en el país, sobre todo en la zona centro”, subrayó.
También indicó que el sector está trabajando fuerte para que el turismo de negocios crezca este año y aumente la ocupación de cuartos de hotel entresemana.
ANTONIETA SÁNCHEZ / antonieta.sanchez@diariodemorelos.com