La Real Academia Española (RAE) define el folclore, o folklore en inglés, como “el conjunto de costumbres, creencias, artesanías, canciones y otras cosas semejantes de carácter tradicional y popular”; esta definición, entonces, nos permite asegurar hoy, 22 de agosto, en el Día Mundial del Folclor, que Morelos tiene su buena dosis para presumir al mundo, desde el tradicional brinco del chinelo, o la danza de las tetelcingas, hasta su “taco acorazado” y, por supuesto, las populares expresiones de “¡aray!” y “¡sí pues!”.
Estas expresiones definen tanto a los morelenses, que incluso, hay quienes acompañan un “aray” o un “sí pues” con la pregunta en tono de ironía “¿eres de Morelos?”, cantadita para que no haya duda.
Del chinelo, tanto del personaje, como de la música, ya ni abundamos, pues es tan emblemático que no puede faltar en ninguna fiesta, familiar o comunitaria; celebraciones oficiales, como la que el pasado jueves realizó la Secretaría de Turismo y Cultura (STyC) para conmemorar el 10º aniversario del Museo Morelense de Arte Popular (MMAPO), e incluso, en comitivas internacionales.
Menos popular, pero no menos tradicional y parte del folclore por el que se identifica a Morelos en el país es la danza de las tetelcingas, asociada a las danzas folklóricas (con k, porque así es más popular la palabra), que se montan con coreografía y todo en las fiestas escolares y compite tímidamente con las danzas veracruzanas o jaliscienses.
El taco acorazado es un rasgo popular de lo que consumen los morelenses de forma generalizada, tanto como los chilangos son identificados por entrarle a “las guajolotas” (tortas de tamal), o los poblanos, a las cemitas.
En música, además de la emblemática danza del chinelo, Morelos también tiene lo suyo, en el corrido sureño, o bolas surianas, asociado a la época revolucionaria y su cultura popular en torno al Caudillo del Sur, Emiliano Zapata.
Esto y mucho más es el folclore morelense, que incluye su tradición en el barro, y su amplia gama de tradición asociada a la Semana Santa, y fiestas patronales de cada pueblo y cada barrio.
ANTONIETA SÁNCHEZ / antonieta.sanchez@diariodemorelos.com