El festival Miquixtli en el estado de Morelos nos recuerda la importancia de nuestras raíces y tradiciones en una sociedad que enfrenta una constante transformación cultural. Esta celebración, que honra el Día de Muertos con un enfoque único, es mucho más que un evento festivo: es un esfuerzo por preservar el patrimonio cultural y promover el reconocimiento de nuestras identidades indígenas. En un tiempo donde la globalización amenaza con homogeneizar las costumbres, el Miquixtli se erige como un recordatorio del valor de nuestras tradiciones ancestrales, uniendo a las comunidades locales en torno al respeto y memoria de quienes ya no están.
Un aspecto clave del Miquixtli es su capacidad para acercarnos a nuestras raíces. A través de los altares de muertos, las danzas prehispánicas y las representaciones artísticas de la muerte, este festival revive las prácticas de los pueblos originarios de México y las enriquece con elementos contemporáneos. La preservación de estos ritos no es un simple acto de nostalgia; es una resistencia cultural que desafía el olvido y, al mismo tiempo, permite que las nuevas generaciones reconozcan su herencia indígena como parte esencial de su identidad.
El respaldo del gobierno de Morelos y de su Secretaría de Cultura ha sido fundamental para que este año el Miquixtli crezca en importancia. Iniciativas como estas muestran cómo la colaboración entre las instituciones y las comunidades puede generar un impacto profundo en la preservación cultural, promoviendo espacios donde los artistas y artesanos locales pueden compartir su visión y creatividad, y donde las tradiciones pueden encontrarse con la modernidad sin perder su significado.
La continuidad y el fortalecimiento de estos eventos son esenciales para mantener vivas nuestras tradiciones, permitiendo que las nuevas generaciones comprendan y valoren el legado de nuestros antepasados. Es así como el Miquixtli seguirá por estos próximos años siendo un faro de identidad y un recordatorio poderoso de que el Día de Muertos, lejos de ser un evento más en el calendario, es una parte fundamental de lo que somos como mexicanas y mexicanos.
No está de más decir que esto es a título personal.