El 1 de junio vamos a votar, por primera vez en la historia, para elegir a Ministros de la Suprema Corte, Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito. Así como lo leen. Ya no será rollo exclusivo del Presidente, ni de cabildeo en el Senado o de amiguismo en la cúpula del Poder Judicial de la Federación. Ahora nos toca a todas y todos echarle ojo y decidir quién se va a encargar de impartir justicia en este País.

Y no es poca cosa. Porque la verdad, el Poder Judicial siempre ha sido como esa caja de Pandora que nadie entiende bien, pero que influye en todo. ¿Cuántas veces hemos escuchado que tal juez dejó libre a un criminal ‘por falta de pruebas’? ¿O que los ministros de la Corte ganan sueldazos mientras medio País anda viendo cómo estira la quincena? Pues llegó la hora de abrir las ventanas y dejar que entre el aire... y los votos.

Ahora, no todo es miel sobre hojuelas. La bronca está en que no estamos acostumbrados a votar por perfiles judiciales, ni sabemos muy bien cómo elegirlos. No hay colores partidistas que nos den pistas, ni promesas de campaña, ¡vaya! Ni jingles pegajosos, bueno, no de esos seguro si habrá. Aquí se trata de revisar trayectorias, entender perfiles técnicos y, sobre todo, de identificar el número y color de las y los candidatos. ¡Ahí está el gane (guiño… guiño)!

Pero justo por eso es tan importante que no dejemos pasar esta elección. Que no digamos ‘ay, qué flojera, eso ni me afecta’. Porque sí te afecta. Porque si alguna vez te ha tratado mal la burocracia de un juzgado, si conoces a alguien que se ha quedado atorado en un juicio eterno, o si te da coraje ver cómo la justicia sólo parece funcionar para los de arriba, entonces esta elección sí es tu asunto.

La reforma puede tener detalles perfectibles, claro. Y sí, hay riesgos de politización. Pero tampoco hay que idealizar el sistema anterior, donde las autoridades judiciales parecían inamovibles, intocables y muchas veces invisibles. Esto es un primer paso para que el Poder Judicial se sacuda el polvo y se acerque más a la gente. Pero sólo va a funcionar si nos involucramos, preguntamos, leemos, y votamos con conciencia.

Así que ya saben: este 1 de junio no sólo vas a elegir nombres, números y colore raros. Vamos a decidir qué justicia queremos para nosotros, para nuestra familia y para el País. Y si no votas, ¡cállate! ¡Naaa… se crean, banda!

No está de más decir que esto es a título personal.

6x6: Con eso de que la WWE compró AAA, todos andan bien ilusionados esperando ver una verdadera ‘invasión extranjera’ con las superestrellas gringas en la Triplemanía Regia 2025. Aunque lo más probable es que manden a luchadores de media cartelera. Se habla por ejemplo de El Grande Americano, sí usted no lo conoce es un personaje enmascarado que parodia a sus equivalentes mexicanos, aunque exacerbando su identidad estadounidense - incluso lo presentan como proveniente del Golfo de América-. ¿Nota usted la ironía? Más allá del exitoso negocio que representó para los exdueños de la AAA, su venta podría ser el principio de una verdadera invasión y no hablo solamente sobre el ring, sino a nivel cultural. Por lo pronto se rumora que las primeras directrices a su talento es que aprendan inglés. Ya veremos cuales son los planes de la WWE en México, y si es que el neoliberalismo también se devora a nuestra bendita lucha libre.

¡Saludos!

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